El camino recorrido por Clarissa Molina ha sido largo, pero ella ha mantenido el ánimo para luchar por sus sueños.
Esta joven dominicana, pasó de ser guardia de seguridad en un edificio en Nueva York y de ser empleada de restaurantes de comida rápida en esa misma ciudad, a representar al país en el certamen de belleza más importante: Miss Universo. En ese momento no logró entrar al “top 5”, aunque figuraba como una de las favoritas para alzarse con la corona.
A pesar de eso no se desanimó y siguió en las pasarelas, e incitada por sus fans decidió participar en el “reality show” Nuestra Belleza Latina VIP, el cual reunió este año a las primeras finalistas de los certámenes anteriores.
Se recuerda que Molina participó en el concurso en el año 2015, y en primera instancia fue descalificada por dos de los jueces, según ellos por su arrogancia, pero posteriormente fue reingresada al grupo por Osmel Sousa, y logró quedar como tercera finalista.
Durante la competencia, Molina mostró diversas dotes que la hicieron merecedora del favor de los votantes a lo largo de la competencia, recibiendo miles de votos.
Premios. Molina es la segunda dominicana en ganar el certamen, el cual le otorga, además de la corona, premios con un valor de 200,000 dólares, entre los que se encuentran un automóvil y un contrato por un año con Univisión.