Clase aparte

Clase aparte

Existen jugadores que solo acostumbran hacer mucho ruido con su boca. Sin embargo, hay otros que lo producen con su poderoso bate. Así era Paul Molitor, un hombre de poco hablar, pero que producía carreras en momentos de presión.

Molitor atravesó uno de esos casos raros que ocurren en el sorteo de novatos de Estados Unidos. Al salir del bachillerato, a los 18 años de edad, fue escogido como lanzador en la ronda número 28 por los Cardenales de San Luis.

Molitor descartó jugar con los Cardenales y prefirió ingresar a la universidad. Allí se destacó como torpedero y regresó al sorteo en 1977, donde fue tomado en el puesto número tres por los Cerveceros de Milwaukee.

Permaneció por una sola campaña en clase A de la organización, para el 7 de abril de 1978 dar el salto a las Grandes Ligas.

En su primera temporada, el nativo de Minnesota  mostró muchas habilidades para el juego. Podía batear para promedio y poder, además de ser veloz en las bases. Muestra es que se robó 30 almohadillas y terminó con average discreto de .273. Quedó segundo tras el premio de Novato del Años, detrás de Lou Whitaker de los Tigres de Detroit.

Para 1978, Molitor jugó 15 partidos más que en su año de novato y sus números se vieron más abultados. Consiguió un sólido .322, 9 cuadrangulares, 16 triples y 62 empujadas. Obtuvo también 33 hurtos. Esa actuación le valió para conquistar algunos votos para el premio de Jugador Más Valioso (JMV).

Después de esa temporada, lo demás es historia. Molitor disparó al menos 200 indiscutibles en cuatro ocasiones, amontonando su mayor total en 1996, al conectar 225.

Durante sus 21 campañas en las mayores, sobrepasó los 300 puntos en 12 oportunidades. Su promedio más elevado fue .353 en 1987.

Militó por 15 años con los espumosos y pasó a los Azulejos de Toronto en 1993.

Allí se alzó con el premio de JMV de la Serie Mundial, el cual ganaron los Azulejos por segundo año seguido.

  Molitor bateó 12 hits en 24 turnos agostados, para un promedio astronómico de .500, el cual es un récord para clásicos de final de campaña.

Otro sitial importante para Molitor, es que pertenece al club exclusivo de jugadores que batearon 3,000 hits, promedio sobre .300 y al menos 500 bases robadas.

 Ese importante círculo lo completan Ty Cobb, Honus Wagner y Eddie Collins.

No obstante, Molitor fue el único en dar más de 200 cuadrangulares.

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