La implementación de la educación a distancia donde los niños, niñas y adolescentes separados por una pantalla, además de aprender, mantenían los lazos sociales con amigos y profesores, está próximo a llegar a su fin.

Será en septiembre cuando los estudiantes regresarán a las aulas, como anunció el ministro de Educación, Roberto Fulcar, quien aseguró además, que los mismos «terminaron amando» esa modalidad.

Estudiantes de 5 a 11 años, entrevistados por el periódico HOY, declararon sentirse a gusto con las clases virtuales, pero que extrañan compartir con sus amigos como lo hacían antes del confinamiento.

Para Maia Pérez Acosta, de 11 años, no  ver a sus amigos del colegio es lo que no le gusta de las clases no presenciales. “Bueno, me gustan de las dos formar, aunque me gusta más presenciales, así puedo ver a mis amiguitos en vez de estar viéndolos en una pantalla”, expresó.

Mientras que Lía Vanessa Luna, de 11 años, dice no tener problemas con seguir con las clases virtuales aunque reconoce las limitaciones de las mismas. “No me siento incomoda por no ir a la clases presenciales”.  “Tiene sus pros y sus contras, pero no me lo encuentro mal”.

Las clases presenciales  será otro cambio que los niños tendrán que asumir con la misma rapidez con la que se adaptaron al confinamiento. La diferencia es que estos prefieren la virtualidad. Las razones son un punto de partida para evaluar las necesidades educativas y el modelo de enseñanza orientado a la niñez de hoy.

Posición de la ADP. Tras el Gobierno anunciar el regreso a las clases presenciales el próximo mes de septiembre, la presidenta de la Asociación Dominicana de Profesores (ADP), Xiomara Guante, expresó que el retorno a las aulas es el deseo de maestras y maestros pero que el estado de los centros educativos son una “condición fundamental” para  el retorno seguro a la docencia presencial.

Guante se refirió en estos términos en una entrevista realizada para el periódico El Día digital

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