Clásicos, una mirada a lo mejor del ayer

Clásicos, una mirada a lo mejor del ayer

A Chippendale se le considera el más célebre mueblista inglés que representa toda una época de la historia del mueble, al punto que se le considera árbitro de buen gusto y copiado por los mejores mueblistas. No solamente se inclinó por la construcción de muebles, también creó modelos que se adaptaban a su época.

Evidentemente que tuvo una eminente trascendencia, pero solamente se mantuvo unas décadas, debido a los incontrolables deseos de cambio que surgieron a finales del siglo VIII en Europa, el cual se encaminaba hacia las formas clásicas que surgieron en reacción a la frivolidad del rococó y que sirvió de punto de partida al estilo neoclásico.

Durante el reinado de Jorge III, cuando Robert Adam es nombrado arquitecto real y donde con él surge el neoclásico, Chippendale crea nuevos modelos que respondían evidentemente al retorno de lo clásico.

Las características más importantes de ese período se descubren con la esbeltez y elegancia de la proporción, en donde se deja a un lado las patas curvas y se sustituyen por unas esbeltas similares a edificaciones clásicas.

Un dato curioso es que fue Adam el que descubrió la necesidad de ver el comedor como un lugar apropiado para las conversaciones, debiendo tener un estilo diferente al resto de la casa. Estos los configuró con mesas plegables en donde se incluía el famoso “sideboard bufete”, consistente en una armario de eminente inspiración clásica.

El último período del siglo XVIII se caracteriza por las innovaciones realizadas por el ebanista Thomas Sheraton, entre ellos se encuentran los muebles escritorio de tapa cilíndrica y las sillas y sillones parecidas a las romanas. Se le consideró un teórico importante de su época.

En el siglo XIX es cuando se destaca el estilo Regencia, con brazos inspirados en los detalles de la Grecia Clásica. Aquí es donde se supone el inicio de la expansión colonial inglesa.

Evidentemente que el neoclasicismo surgió como reacción a los excesos del arte rococó. Sus propulsores abogaron por el retorno a las fuentes clásicas griegas y romanas en lugar de las fuentes renacentistas.

Los diseños con motivos arqueológicos dejaron sus huellas en el mobiliario de Gran Bretaña y toda Europa, a finales del siglo XVIII, marcando la segunda fase del neoclasicismo conocido como estilo imperio por su relación con el imperio de Napoleón I.

[b]EL ESTILO CLÁSICO EN LA DECORACIÓN[/b]

Es un sofisticado estilo, también llamado Urbano Tradicional, que busca devolver a las casas restauradas la elegancia de tiempos pasados. Sus características son:

Mezcla piezas clásicas únicas con elementos vanguardistas, para crear ambientes acogedores que mantienen una sensación de espaciosidad, sin estridencias ni sorpresas.

Sugiere una vida cómoda y relajada.

Deja lugar a la nueva tecnología sólo en el lugar que le corresponde. Rechaza toda innovación innecesaria.

En él se pueden utilizar: cuadros, esculturas, selectos objetos decorativos, plantas y estampados, que brindan el toque de refinamiento. También, elementos arquitectónicos antiguos (cornisas, columnas decoradas, frisos, etc.), objetos en hierro forjado, porcelana y cristal.

Es un estilo que requiere de bastante tiempo y dinero, pues necesita una especial preocupación por cada detalle y rincón. No basta un efecto global satisfactorio. No resulta adecuado para quienes aman la belleza en la mínima expresión, pues es el opuesto al minimalismo.

[b]ESTILOS QUE NO MUEREN[/b]

Aunque con el pasar del tiempo, el mundo del diseño de interiores ha sufrido algunas transformaciones, existen estilos que se mantienen en la preferencia y en la decoración moderna. Éstos son:

[b]Luis XV[/b]

Es un estilo elegante y cálido con un trabajo estético en elementos propios de los periodos barroco, rococo e imperio francés contrastados con detalles orientales. Los colores son intensos, profundos, combinados con ricas maderas y mármoles.

[b]Decoración Art Deco[/b]

Forma parte del estilo moderno que tiene su máximo desarrollo entre 1920 y 1940. La simplicidad decorativa es la característica de los diseños en los que se aprecian formas geométricas en su composición y esquemas de color en tonos frescos, suaves, contrastados con detalles mínimos en colores primarios.

Las superficies son lisas como consecuencia de la producción en serie del mobiliario.

[b]Victoriana[/b]

Es clásica y se desarrolló en Inglaterra durante la monarquía de la reina Victoria. Esta decoración es recargada, florida y con excesos en los motivos; además, llaman la atención el mobiliario pesado y la atmósfera precedida por la generación de románticos.

[b]Hills Rennie[/b]

Estilo clásico moderno que se caracteriza por el manejo de colores “off white”, un ambiente sobrio en colores beige, blanco y trigo contrastados con madera en tonalidades caoba y miel oscura.

[b]Decoración poblana[/b]

Es una variación de la tendencia seudo arte étnico, cuya adaptación en México se conoció como decoración poblana. Se caracterizan por piezas de culturas mayas, toltecas y aztecas, así como detalles artesanales, hermosos alicatados de muros y suelos pintados a mano, que se complementan con muebles en madera maciza encerada con diseño en hierro forjado.

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