POR UBALDO GUZMAN MOLINA
El presidente de la Fundación Francisco Alberto Caamaño Deñó, Claudio Caamaño, afirmó ayer que los partidos están llenos de podredumbre y sobreviven en una maraña de complicidades, engañando y empobreciendo aún más al pueblo.
Al pronunciar un discurso ante el Altar de la Patria, donde la fundación depositó una ofrenda floral al conmemorarse el 41 aniversario de la gesta patriótica de abril de 1965, dijo que los buenos y verdaderos dominicanos deben organizarse políticamente y desplazar a los malos, que son una minoría, para crear un gobierno honrado en beneficio del país.
Cree que esa es una obligación que se tiene con los Padres de la Patria, los héroes de la Restauración y con los más de 7,000 mártires y próceres de la gesta que se inició el 24 de abril de 1965.
Claudio Caamaño consideró que el analfabetismo crea ignorancia que facilita el engaño de los grupos políticos. Asimismo dijo que aunque los crímenes y delitos en todas las modalidades crecen cada día en ciudades y campos, no hay voluntad política del gobierno para enfrentar a los delincuentes y criminales.
Afirmó que a 41 años de la gesta patriótica, los grandes males se profundizan y surgen otros nuevos que aumentan el martirio de los dominicanos. Señaló que la corrupción es la raíz y la razón de todos los males.
Expresó que el Coronel de Abril dio un ejemplo al mundo de coraje, dignidad y patriotismo cuando el país enfrentó a la potencia más grande del mundo y a sus serviles traidores. Por otro lado, el combatiente constitucionalista Adolfino Candelario, quien habló en el cementerio Independencia ante la tumba del italiano Ilio Capocci, dijo que oficiales, clases y civiles defendieron la soberanía y el decoro del país al enfrentar al ejército más poderoso del mundo.
Manifestó que debe rendirse honor a los valientes que lucharon en aquella ocasión y a los que continuaron para mantener los ideales de la Guerra de Abril.
La banda de música del colegio Renacimiento, de San Francisco Macorís, interpretó los himnos Nacional y de la Revolución en el cementerio Independencia, frente al edificio Copello, donde tuvo su asiento el gobierno de Caamaño en 1965, y en el Altar de la Patria. La mayoría de los asistentes procedían del colegio Renacimiento.
Entre los asistentes figuraban ex comandantes y ex combatientes constitucionalistas, entre ellos José Rosado, Leo Salazar, Eligio Blanco Peña y Francisco de la Rosa, así como Vicenta Vélez, quien fuera esposa de Caamaño. En la calle El Conde, frente al edificio Copello, Gilberto Minaya Domínguez leyó el poema Canto a Santo Domingo Vertical, de Abelardo Vicioso, mientras un candente sol ponía a sudar a los asistentes.
El ex comandante constitucionalista Manuel Núñez Nogueras leyó, en el cementerio de la avenida Independencia, una carta enviada por Caamaño desde Londres, en la que señala que en la medida en que los hombres actúan y llevan sus ideas a la práctica, en esa misma medida debe juzgárseles. Núñez Noguera consideró que Caamaño no se hizo revolucionario, patriota y nacionalista cuando fue a Cuba, sino que demostró esas condiciones durante la Guerra de Abril.
Claudio Caamaño dijo que Capocci fue la persona que orientó al Coronel en la batalla del puente Duarte y que, gracias a sus consejos y su ejemplo, los constitucionalistas pudieron derrotar en seis horas a las fuerzas de Elías Wessin y Wessin.
A su juicio, Capocci sigue siendo el más importante extranjero que combatió en el país durante la revolución de 1965.
El ex subcomandante Julio Cuello dijo que los políticos ni siquiera han nombrado una calle con el nombre de Capocci o han construido un parque en honor a los constitucionalistas.
Bonaparte Gautreaux Piñeyro, al pronunciar un discurso frente al edificio Copello, dijo que nunca la patria ha dejado de ser defendida por los dominicanos cuando ha sido necesario.
Expresó, parodiando a José Martí, que el amor a la patria es el odio al extranjero que la oprime, lo que incluye no sólo a los foráneos, sino a los criollos que nos engañan, a los que van al gobierno a robar e intrigar, así como a los políticos corrompidos, los sinvergüenzas y chismosos, a quienes hay que sacar de los grandes y pequeños partidos.
El viceministro del gobierno que encabezó Caamaño indicó que en el país hay que hacer una cruzada contra la corrupción y en todos los males que trae como consecuencia. Esa cruzada, dijo, la empezó Caamaño con el fusil en alto y cree que se debe buscar su pensamiento y la acción.
Posteriormente, la delegación de la Fundación Caamaño acudió al cementerio de la Máximo Gómez, donde visitó la tumba del Caamaño.