Naciones Unidas. EFE. Los países latinoamericanos propusieron ayer en la ONU una alianza global para el desarrollo y un nuevo modelo de relaciones internacionales que responda a la realidad del siglo XXI.
Este siglo será el de América Latina y el Caribe, porque nunca como antes el continente tiene todo para superar la pobreza, afirmó en su primera intervención en Naciones Unidas el presidente de Chile, Sebastián Piñera.
En la Cumbre de la ONU sobre los Objetivos de Desarrollo del Milenio (ODM), clausurada ayer en Nueva York, hubo una participación muy activa de los países latinoamericanos, pero también significativas ausencias de presidentes.
El canciller uruguayo, Luis Almagro, consideró que el compromiso para erradicar el hambre y la pobreza extrema solo puede ser eficaz si es colectivo».
El comercio internacional, la transferencia de tecnología, el acceso a los medicamentos a un precio asequible, una solución duradera al problema de la deuda externa y el cumplimiento de los compromisos sobre los ODM, resultan claves a todos los niveles para el desarrollo, dijo Almagro.
El vicecanciller argentino de Exteriores, Alberto D’Alotto, pidió ayer una revisión sincera de los Objetivos de Desarrollo del Milenio y a los países desarrollados que, pese a la crisis, mantengan sus compromisos.
Los ODM pactados por la comunidad internacional hace diez años para 2015 son erradicar la pobreza extrema y el hambre, lograr la escolarización primaria universal, fomentar la igualdad de género, reducir la mortalidad infantil, mejorar la sanidad materna, combatir el virus del VIH y el sida, asegurar la sostenibilidad ambiental y desarrollar una asociación global para el desarrollo. Los países más ricos deben cumplir sus promesas de destinar el 0,7 por ciento de su PIB para la ayuda al avance, instó la ministra para el Desarrollo de Brasil, Marcia Helena Carvalho Lopes.
Obama presenta nueva política
Naciones Unidas. EFE. El presidente de EE.UU., Barack Obama, anunció ayer la nueva política de su país de ayuda al desarrollo, que se centrará en las naciones con más posibilidades de convertirse en economías emergentes y se evaluará de modo más riguroso.
Obama compareció ante la Cumbre sobre los Objetivos de Desarrollo del Milenio que concluyó ayer en la ONU para afirmar que EE.UU. va a cambiar el modo en que planifica su ayuda, de manera que se aliente un desarrollo sostenible en lugar de perpetuar la dependencia, un ciclo que tenemos que romper».
La nueva política, indicó Obama, no quiere decir que EE.UU. vaya a poner fin a su ayuda a los países más necesitados. Queremos asegurarnos de que EE.UU. sigue siendo líder en asistencia en el siglo XXI, indicó.
EE.UU. ha sido y seguirá siendo el país líder en aportar asistencia. No abandonaremos a quienes dependen de nosotros para recibir auxilio que salve vidas, insistió el presidente, cuya alocución fue acogida con aplausos dispersos entre los presentes en el plenario de la ONU.
Subrayó que el propósito del desarrollo es crear las condiciones en las que la asistencia ya no sea necesaria».
Eso se traduce en la idea de lo que la Casa Blanca ha descrito como selectividad, el encaminamiento de la asistencia a aquellos países que muestren potencial de convertirse en las economías emergentes del futuro.