Lo que jamás debe permitir el Presidente Danilo Medina es que su plan de alfabetización y desarrollo de la educación pública, altamente valorado por la población, sea entorpecido con la clausura de una plantel histórico como el liceo secundario nocturno Eugenio María de Hostos, dispuesto por la Dirección Distrital 15-03, del Ministerio de Educación.

En efecto, la circular 7547, del 6 de junio retropróximo y firmada por la directora, Ermidia Robles Javier, ordenó paralizar las inscripciones del año lectivo que empieza, debido a que la matrícula estudiantil no ha aumentado “para ir mejorando las condiciones de las mismas”. Deja libres a los alumnos para que elijan otra escuela y les sugiere el Liceo Estados Unidos de América o la preparatoria de la Escuela República de Chile.

La circular no menciona el destino de los casi 20 profesores  que imparten docencia, quienes, con el apoyo de la ADP, rechazan la medida considerando que la razón esgrimida es falsa,  pues, según afirman, allí estudian más de 300 adultos que trabajan durante el día  y residen en barrios como Villa Francisca, Ciudad Nueva, San Carlos, Bameso, Villa Duarte y otros.

El Eugenio María de Hostos fue el primer liceo secundario nocturno fundado por el dictador Trujillo en la década del 50, destinado a la formación de obreros bachilleres. Operaba en la histórica ruina colonial San Francisco. Actualmente, comparte sede con la Escuela Secundaria Argentina, en la calle Mercedes esquina Duarte, donde funcionó durante décadas el Colegio de señoritas Serafín de Asís.

Se atribuye el cierre a presiones de los propietarios de centros de diversión que operan en la vecindad, impedidos de abrir sus negocios hasta que el plantel cierre a las 10 de la noche.

Clausurarlo equivale a complacerlos.