Clave Chanel 2005, superposición de modelos en tweed, tul y satén

Clave Chanel 2005, superposición de modelos en tweed, tul y satén

PARÍS, EFE. La superposición de modelos de alta costura Chanel fue una de las claves del desfile creado por el modisto alemán Karl Lagerfeld para el otoño-invierno 2004-2005. La elegancia de la mujer Chanel será total el invierno próximo, haga lo que haga, si decide seguir las pautas brindadas ayer en París:

En primer lugar, destaca una preferencia por el espeso tweed, combinado con vestidos superpuestos de tul y chantilly o enteramente bordados de lentejuelas o perlas, como corresponde a una colección que su artífice bautizó como “Duo”.

De ahí que el cálido tweed pueda lucirse el invierno que viene en las ocasiones más dispares, preferentemente de día, pero también de noche, en vestidos y abrigos largos, adornados con los mismos motivos y discretas infiltraciones de hilos o bordados dorados.

El tweed más elegante se llevará también en vestidos y trajes de chaqueta cortos, sobre modelos plisados de satén color marfil, muselina beige o rosa muy claro y prendas de chantilly negro.

Este será, de hecho, el color fundamental del invierno próximo, aunque casi siempre combinado con blancos y marfiles, raramente aislado.

De noche, la estrategia de portar un vestido sobre otro vestido, colocará uno negro, “de baile”, con escote palabra de honor drapeado y talle alto de muselina negra, sobre otro también negro, entallado, en forma de sirena de guipure, sin mangas y cerrado en el cuello.

El calzado se transformará y tendrá, sólo entonces, en las grandes ocasiones, tacones muy altos, capaces de dar a la mujer dimensiones esculturales.

De día, en cambio, los zapatos, generalmente blancos y negros, serán de bailarina, sujetos en el empeine y con tacones más bien discretos y hasta confortables.

En materia de faldas, abrigos y vestidos, salvo los destinados a las fiestas de gala, todos se detendrán a la altura de la rodilla, a veces con estudiados deshilachados a penas visibles.

Las faldas de tul o muselina sobre vestidos de tweed o de tweed sobre vestidos de tul o muselina dejarán de ser rectas para tomar cierto volumen cuando se combinen con chaquetas rectas, en forma de cazadoras.

No menos importante, las joyas, nunca en las orejas o en el cuello, pero sí en forma de enormes anillos; y el maquillaje, para hacer resaltar los ojos, con grandes pestañas postizas sobre fondo blanco.

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