Clave para la planificación

Clave para la planificación

La planificación realista y sostenible del desarrollo de un país solo es posible cuando el Estado tiene pleno conocimiento de todas las variables sociales y económicas, pero fundamentalmente demográficas. ¿Cuántos somos? ¿Cuántos extranjeros viven en el país? ¿Cuántos carecen de vivienda propia? ¿Cuántos trabajan? ¿Cuántos van a la escuela? En fin, estas y otras interrogantes forman parte de las variables a manejar en una adecuada planificación del desarrollo de un país.

De ahí la gran importancia de que nos vayamos preparando para el IX Censo de Población y Vivienda programado para ejecutarse en noviembre próximo, y que deberá ponerle cifras confiables a todos los datos, fruto del empirismo y la especulación, con los que tratamos de dar respuesta a numerosas interrogantes. No sabemos a ciencia cierta cuántos extranjeros viven aquí, pero se conjetura un número. Lo mismo ocurre con los desempleados y otras variables.

Las autoridades deberían  promover la cooperación ciudadana con el censo, en el que trabajarán 62 mil personas, entre ellas 42,000 empadronadores. La estrategia de desarrollo necesita de la mayor precisión de datos, y solo el censo puede aportarlos con la cooperación de todos. Para poder trazar el rumbo de la nación, es preciso involucrarse de lleno en el censo.

Adiós a  Manuel de Ovín Filpo

Con el fallecimiento de Manuel de Ovín Filpo la nación pierde a otro de los hombres que comprometieron sus vidas en la gesta que libró a este país del tirano Rafael Trujillo. Este ciudadano de origen español, veterano de la guerra civil de su país y que prestó valiosos servicios a este país, tuvo un papel fundamental en la planificación del atentado contra el dictador. Fue él quien preparó la carga de los proyectiles que disparó el general Antonio de la Masa contra el vehículo de Trujillo.

 De Ovín Filpo,  ingeniero agrónomo de profesión. Fue administrador del Banco Agrícola  y de varios  de los centrales azucareros estatales de  San Pedro de Macorís, Villa Altagracia, Monte Llano y Haina. Fue también ejecutivo de la Casa Vicini. Tenía 84 años a la hora de su fallecimiento por quebrantos de salud. Le sobreviven su esposa Milagros Castillo Muñoz, sus hijos Manuel Francisco, José Antonio y María de las Nieves De Ovín. Paz a sus restos.

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