Yessica Ortega Lachapel 
Uno de los rituales más famosos de la última noche del año es hacer una lista con lo que se desea hacer para el año nuevo.
Pero, ¿qué pasa cuando se va el año y no se ponen en práctica ninguno de esos proyectos que se planearon?
Los sentimientos de culpa invaden la mente, ya sea que no se realizaron por miedo a enfrentar un nuevo reto, por falta de confianza en uno o mismo o por cuestiones ajenas a su voluntad, es imposible desprenderse de ese sentimiento.
Zaidy Di-Franco, especialista en curaciones de actitudes, propone unos simples pasos para dejar el miedo atrás y lograr eso que usted se proponga en la vida, a propósito del nuevo año que casi llega.
Di-Franco asegura que cada reto ofrece una nueva oportunidad para crecer y alcanzar los objetivos deseados.
A continuación, la experta en actitudes ofrece una lista con seis pasos para perder el miedo al fracaso y emprender cambios positivos en la vida.
1. Tener una visión clara de tus objetivos, de lo que deseas. “¡Piensa en grande! Dale rienda suelta a tu imaginación, no existen límites. Ahora bien, da pasos pequeños, pero firmes, para lograr esos objetivos. Disfruta del camino que te conduce a la meta, acoge sus enseñanzas. Es en el caminar donde se encuentra la sabiduría que necesitas para llegar a donde deseas. Sugiero que escribas todo lo que deseas y los objetivos a lograr. Cuando los plasmas en el papel, puedes trazar pautas concretas para alcanzarlos”, expresa Di-Franco.
2. Confianza. Parafraseando al doctor Russ Harris, en su libro “Cuestión de confianza, del miedo a la libertad”: ‘Los actos de confianza son lo primero; los sentimientos de confianza vienen después’.
Un ejemplo sencillo es el bebé que empieza a caminar. El niño no espera sentir confianza para caminar -dice la especialista- lo hace. En momentos puede caerse, pero eso solo le sirve para ganar confianza y sentir que puede hacerlo de nuevo y de otra manera.
Igual pasa con nuestros negocios, familia, trabajo. Puede ser que en el pasado haya fracasado algo, pero no significa que ahora deba ser igual. Muchas veces nos limitamos en emprender alguna actividad por miedo a fracasar o al qué dirán.
3. Buscar la salud. La salud es la paz interior, curarme es liberarme del miedo.
Todos tenemos la capacidad de desaprender actitudes y comportamientos basados en miedos, limitaciones, pensamientos de conflicto y dolor y aprender nuevas actitudes y comportamientos de paz, de éxito, de amor.
¿Cuáles son tus objetivos en este año nuevo? ¿Los quieres desarrollar desde la paz interior o desde el miedo? ¿Cómo me libero del miedo? Aceptando que está en mi mente y para cambiarlo solo debo recordar que estoy a un pensamiento de distancia.
4. Vivir el presente. Ahora es el único tiempo que existe, y cada instante es para amar -recuerda la experta-. Si estás planificando tu año, lo estás haciendo en este mismo instante, no en el pasado, no en el futuro; esos tiempos no existen. Solo existe el presente.
Recordar el pasado solo es beneficioso si logramos traer al presente esas experiencias que nos ayudaron a crecer, hayan sido dolorosas, alegres, conflictivas, armoniosas… El futuro es incierto, no tenemos control sobre lo que pasará. Solo tomando decisiones hoy, esas que todavía no me atrevo a hacer, solo planificando y actuando en consecuencia, podré dar cumplimiento a mi visión. Lo que deseo en el futuro lo empiezo a trabajar ahora.
5. Soltar expectativas. Muchas veces sentimos la necesidad de controlarlo todo, cuando en realidad no controlamos nada. Lo único que podemos controlar es nuestra capacidad de elegir paz o conflicto ante cualquier circunstancia.
El fracaso solo existe en tu pensamiento. El hecho de que algo no saliera como lo esperabas no significa que fracasó, solo es la expresión de la vida que te indica que puedes hacerlo de otra manera.
6. Aceptación. Significa reconocer que te encuentras en el lugar, en el momento preciso donde necesitas estar ahora. Solo aceptándote y aceptando a los demás, puedes decidir hacer cambios significativos en tu vida.
“¿Aceptas tu situación actual, o solo vives quejándote de ella? La queja no proporciona ningún cambio en la vida”, concluye Di-Franco..
