En estos últimos años se ha venido observando un incremento de divorcios, y la causa está relacionada con diversos factores, entre ellos el irrespeto, la situación económica y la falta de valores.

Y no son uno ni dos los matrimonios que terminan en mal estado, pues cuando se dan estas separaciones, la relación, aunque obviamente no continuará igual, tampoco se lleva con la madurez y responsabilidad que amerita.

Y es que  un divorcio no es cosa solo de dos.  A los hijos y los familiares más cercanos también les salpica las consecuencias de esta ruptura.

Según algunos expertos, los divorcios no dejarán de producirse, pero la forma en que se dan no es la adecuada.

Y es pensando en este problema que  el psiquiatra José Miguel Gómez escribió el libro “El Divorcio Inteligente”, una  “propuesta desde la salud mental para hacer posible la conquista de la libertad, el bienestar y la felicidad de las personas divorciadas”.

Gómez señala que ha planteado esta obra como una alianza entre lo psicoemocional y lo social, entre el límite y la libertad, que es la clave para lograr la felicidad y el equilibrio después de un divorcio.

“La clave es no dañar ni dañarse. Cerrar sanamente el proceso.  Abrir nuevos espacios. Conquistar la libertad y la independencia, para armar nuevos proyectos de vida, con inteligencia emocional, social y espiritual”, recomienda el especialista.

No debe traumatizar.  El psiquiatra indica que el divorcio no debe traumatizar a la pareja ni a los hijos. “Son las actitudes que asumen los padres frente a este que los torna disfuncionales y patológicos, dejando daños psico emocionales a todo el núcleo primario. El divorcio puede ser una solución frente a parejas de alto riesgo. Solo hay que saber hacerlo”.