Lo que debió ser una fiesta religiosa, con la ordenación de dos nuevos sacerdotes, se convirtió ayer en una misa de difuntos por la muerte en un accidente de tránsito del padre Clemente Furones.
Lo que debió ser una fiesta religiosa, con la ordenación de dos nuevos sacerdotes, se convirtió ayer en una misa de difuntos por la muerte en un accidente de tránsito del padre Clemente Furones, párroco de la Iglesia San Simón Apóstol de Villa Faro, Santo Domingo Este.
El accidente ocurrió pasada las 4:00 de la tarde, cuando Furones salió a recibir a monseñor Amancio Escapa, quien oficiaría la misa en que se ordenaría a Waner Familia y Robert Peña, y el parqueador de la iglesia pisó el acelerador de la jeepeta Daihatsu Terios en lugar del freno, derribando la verja, penetrando a la entrada del templo donde estaba el padre junto a otros feligreses.
El vehículo pertenece a Daisy Cordero Henríquez, de 65 años, quien pidió a Juan Arias, de 63, que la ayudara a parquearse. Ambos fueron llevados al destacamento de Villa Faro de donde los trasladaron al cuartel de Amet.
El padre Clemente Furones, de 67 años y nativo de España, lo llevaron con vida al hospital Darío Contreras, con traumatismo en el cuerpo, donde murió. Sus restos fueron trasladados a Patología Forense. Hoy serían expuestos en la Funeraria Blandino.
El hecho causó consternación entre los cientos de feligreses que no podían creer lo que había pasado y entre sollozos escuchaban la misa, que ofició monseñor Escapa, la cual debió ser una celebración, para la que se vistieron con sus mejores galas, prepararon finas picaderas y hasta contrataron mozos para ayudar en la festividad, pero se convirtió en una tragedia que todos lamentaron.
Furones era el superior de la Orden Mercedarios Descalzos y párroco de varias iglesias de la zona. En la misa se citó el don de servicio y amor al prójimo y la alegría con que apoyaba a quienes pedían su ayuda.