Clérigos norteamericanos: abuso sexual

Clérigos norteamericanos: abuso sexual

LUIS EMILIO MONTALVO ARZENO
La diócesis católica de San Diego (California) ha llegado a un acuerdo con 144 víctimas de abuso sexual por parte de clérigos de esta institución religiosa, por el cual pagará 198 millones de dólares en concepto de indemnización, según publica San Diego Tribune. Así aparece una noticia que recoge el periódico Hoy del sábado 8 de septiembre y que procede de la Agencia EFE. Me resulta escandaloso que la Iglesia Católica americana continúe asumiendo las debilidades de cientos de sacerdotes que han incurrido en esa tendencia a lo largo de estos últimos 30 ó 40 años.

Pienso que aquí en nuestro país se han dado algunos casos que han tenido repercusión pública porque han sido denunciados por sus víctimas y los culpables han pagado con cárcel y la vergüenza pública esas debilidades. Conozco al menos tres casos.

Pienso, como psiquiatra, que la impronta que deja en un niño para toda la vida el abuso sexual por parte de un adulto es de una dimensión traumática inconmensurable, y más todavía si el abusador es una persona adornada de una aureola de respeto y de moralidad como ser un clérigo católico o de otra confesión religiosa, un médico, un padrastro, un padre, etc., los cuales aprovechan su papel como tales para destruir esa confianza básica, esa auto-estima que está en formación en ese ser maleable que es un niño o niña.

No creo que una indemnización de un millón y pico de dólares vaya a curar esa herida psicológica y moral que le afectará toda la vida.

Indudablemente que habrá esperanzas para esas víctimas mientras más temprano hablen de lo sucedido y donde se busque ayuda de profesionales especializados en esos casos (¡no de cualquiera!).

La Iglesia norteamericana sigue pagando con dinero y protegiendo a monstruos que se refugian en su seno y que probablemente dieron las primeras manifestaciones en los años de formación en el Seminario o en los primeros años de sacerdocio. ¡Ese era el momento para descalificarlos y apartarlos del ministerio sagrado! Esa tendencia es de muy mal pronóstico. Me da pena cuando algunas veces con impacto en la opinión pública hablan que el celibato es responsable de esa situación y de que si los curas se casaran eso no sucedería. ¡Falso de toda falsedad! La pedofilia se ve mucho más que en los sacerdotes célibes en médicos, en profesores, en padrastros, en padres de familia, en dentistas ¡todos ellos casados y con hijos! Es una debilidad igual que las drogas y el alcoholismo, la cleptomanía, el juego patológico y que la preferencia compulsiva de las aventuras homosexuales en muchos casos de heterosexuales casados y con hijos.

No he visto todavía que la Asociación Médica Americana o la Asociación Psiquiátrica Americana hayan asumido la responsabilidad por demanda de uno de sus miembros que haya incurrido en ese tipo de debilidad. Es algo que debe asumir el propio sujeto, o con cárcel o con algún seguro o con el castigo moral de ser privado de la Licencia de ejercicio profesional. La Iglesia seguirá siendo abusada como institución por parte de abogados «busca vida» que abundan en Estados Unidos, si persiste asumiendo una responsabilidad económica que no le corresponde.

Lo único cuestionable que veo con preocupación es que en los casos donde haya habido abuso por parte de un clérigo, el obispo se haya limitado a trasladar al sacerdote a otro lugar donde continuará probablemente la misma práctica viciosa a que está acostumbrado desde joven. Digo desde joven porque en la mayoría de los casos es algo que viene desde muy temprano ¡A veces ellos mismos han sido víctimas de abuso cuando eran niños!

Qué se podrá a hacer con estos sujetos aparte de que asuman su propia responsabilidad ante la Justicia, es otro capítulo aparte: Facilitarles ayuda psiquiátrica dentro de la cárcel como asunto de caridad cristiana, pero jamás dejarlos que sigan arrasando con la inocencia y el futuro de cientos de niños indefensos.

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