Clientelismo es tara sector salud

Clientelismo es tara sector salud

La capacidad de gestión de los hospitales públicos ha estado limitada por la tara que representa el clientelismo político. Las nóminas cargadas de gente sin ningún vínculo con el ejercicio hospitalario, o que viven en el exterior o han fallecido, es una carga financiera que reduce la capacidad operativa referida a los servicios esenciales. De ahí que el saneamiento de la nómina del sistema de salud y la capacitación del personal necesario es un aspecto clave para mejorar la eficiencia de los servicios de salud.
Hacia ese objetivo enfoca sus esfuerzos la gestión que encabeza el doctor Nelson Rodríguez Monegro en el Servicio Nacional de Salud (SNS). Desterrar el clientelismo político podría generar resquemores de partido, pero este funcionario está convencido de que no hay otra forma para lograr que los recursos estén dirigidos a cubrir necesidades reales del servicio sanitario, sea en términos de personal calificado o de cualquier índole.
No es posible que gente que no rinde una función al servicio de la salud continúe drenando las finanzas del SNS, cobrando sueldos sin trabajar. La actual gestión centra sus mayores empeños en procurar un salto cualitativo en la atención en salud, incluyendo la incorporación de estrategias sanitarias dirigidas a mejorar la prevención. Deshacerse del lastre del clientelismo político para reforzar la salud es la meta.

Una posición valiente

Las naciones de mayor consumo de drogas generan la demanda que mantiene activa la producción y tráfico de drogas. Y ese mercado de consumo, y no los países exportadores, es el que se queda con las grandes ganancias. Esa es una verdad como un templo, y el Presidente Danilo Medina la ha planteado con valentía al dejar iniciada la XXXIV Conferencia Internacional para el Control de Drogas que ha tenido a Punta Cana como escenario.
Países como Estados Unidos tienen una posición ambivalente ante el problema de las drogas, pues mientras fustigan a las pequeñas naciones desde donde parten los embarques hacia su territorio, no hacen nada por disminuir la demanda que da vida a este mercado. Basta de doble moral en la lucha contra el narcotráfico que hace que a los países pequeños les toque la peor parte.

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