Las inclemencias del tiempo le han hecho daño al torneo, los tapones en las principales avenidas en horas pico afectan las asistencias al béisbol, en especial en la ciudad capital donde de 5:00 a 7:30 de la noche no se puede transitar en la zona céntrica de la ciudad.
Para usted asistir al estadio capitalino tiene que cruzar las principales avenidas de la ciudad, sin importar de dónde viene.
Lincoln, 27, Lope de Vega, Tiradentes, sin temor a equivocarme son las avenidas más congestionadas en el famoso tapón que ya se ha convertido en una rutina para los choferes de la ciudad.
Otras cosas como la falta de promoción podrían traerse a la mesa cuando se vayan a debatir estos temas. Aunque desde mi óptica la mejor promoción para los fanáticos es ver a su equipo ganar partidos. Hay muchos ejemplos que por décadas han coincidido con esta simple teoría.
En la semana que transcurrió el tema más debatido en programas de política, actualidad y hasta farándula fue el caso bailarinas y sus números eróticos.
El tema no es suspender las bailarinas. El tema es monitorizar sus coreografías y no permitir que los estadios se conviertan en algo fuera de un centro de entretenimiento deportivo. Lidom y su Comité de Ética analizó el tema y expusieron sus posiciones las cuales para quien subscribe fueron atinadas sin caer en la exageración de suspender las chicas que bailan arriba de las cuevas de los equipos. Es un tema de lógica común. Si usted tiene hijos menores de 18 años no pagará por una boleta por más fanático que sea para que sus hijos vean mujeres bailando de esa forma.