«¡Absurdo!». Así calificó una comunicadora la acción discriminatoria contra su persona por parte de un centro médico privado, que le negó la entrada a sus instalaciones porque andaba en pantalones cortos.
Se trata de Angely Moreno, quien detalló al periódico Hoy que todo inició cuando el pasado lunes recibió una llamada de emergencia del Centro Médico Alcántara y González, ubicado en la avenida Ortega y Gasset, en Santo Domingo, porque su padre, de 76 años, debía ser ingresado por diferentes situaciones de salud, que han provocado que la mayoría de sus órganos estén comprometidos.
«Mi papá fue llevado a la clínica cerca de la 1:00 de la tarde. Dijeron que su estado era delicado e iba a ser internado. Nos pasamos todo el día en trámites. Él llegó inconsciente. Y ya a eso de las 9 (de la noche) nos dijeron que iría a Cuidados Intensivos. Yo, que había estado todo el día entre la clínica y mi trabajo, me fui a la casa porque en Intensivo no se puede amanecer. Media hora después, a las 9:30, mi hermana me dice que necesitan que los hijos vayan a firmar para poder intubarlo. La mayor en ese momento era yo. Luego salí para la clínica a firmar. Cuando llegué, dije que debía entrar porque hay que firmar unos papeles para poder intubarlo. El guardia de seguridad me dijo que no podía pasar con pantalones cortos», narró la comunicadora.
Moreno, que también estudió Ciencias Políticas, contó que luego de la oposición le manifestó al agente de seguridad que tenía a su padre en estado crítico y que necesitaba entrar sólo a firmar los documentos para continuar con los procedimientos médicos.
«Le dije que me buscara a un supervisor, al administrador o alguien de la clínica y me dijo que no; que el superior ahí era él», aseguró la comunicadora mientras la tensión y desesperación de sus familiares crecía a cada minuto. «Llamé a un médico amigo que trabaja ahí por teléfono y él le explicó que sólo era subir a firmar y ni así. Dijo que a quien había que llamar era al superior de él… Le pedí el número y él mismo me dijo que no, sarcásticamente«, añadió.
Tras la negativa de ese agente de seguridad, Moreno dijo que su hermano mayor, en medio de una crisis nerviosa, fue quien firmó el permiso para que a su padre le coloquen una sonda en la tráquea.
La comunicadora cuestionó el accionar del centro de salud. Ahora, la familia de Moreno hace todo lo posible para tratar de mantener al señor con vida «y ver si responde, aunque su cuadro es crítico».
La versión de la clínica
El periódico Hoy contactó a los administradores de dicho centro de salud para conocer su versión sobre el incidente. La respuesta sobre lo sucedido la ofreció el doctor Alcántara, quien dijo a este diario que «simplemente quizás no se agotaron los mecanismos», y prometió investigar a fondo el impasse entre la comunicadora y el seguridad y enviar a quien suscribe cuál es el protocolo de vestimenta para ingresar al centro.
«Voy a investigar con el servicio de seguridad que tenemos, que es independiente a la clínica, para que no vuelvan a suceder esas situaciones. Claro, uno a veces los orienta (a los guardias). No es el caso de ella (la comunicadora), pero aquí hemos tenido dominicanos que hasta han empujado al seguridad cuando a las 9 de la noche les cierran las puertas. Pero es lo que te digo, cuando uno depende de otro no es lo mismo, porque si me hubieran llamado a mí uno le busca la vuelta».
Cuando al doctor se le preguntó cómo debería estar vestida una persona para entrar a la clínica, respondió: «Vestimenta normal. Aquí han entrado personas en pantalones cortos. No sé qué le pasó al seguridad».
Sobre si el centro prohíbe la entrada a personas con dicha prenda de vestir, dijo: «Voy a investigar y mañana te digo a ver cuál es el código de vestimenta que tenemos. Porque, como es un centro de salud, hay ciertas cosas que estarán restringidas y usted sabe bien que no todos los pantalones cortos son iguales».