WASHINGTON.AFP. Hillary Clinton inauguró ayer la fase nacional de su campaña hacia la presidencia estadounidense, mientras otros competidores seguían luchando duramente a nivel regional: en Carolina del Sur los demócratas y en Florida los republicanos.
La agendas radicalmente opuestas de los precandidatos, especialmente de la ex primera dama demócrata y de su gran rival Barack Obama, que se enfrenta este sábado un momento crucial en Carolina del Sur, revelan una marcada diferencia de enfoque de cara al «supermartes» del 5 de febrero, en el que votarán más de 20 estados.
Clinton se dirigió a Washington apenas terminó el duro debate televisado que mantuvo el lunes con Obama. Desde la capital federal iniciará una gira de una treintena de horas que la llevará a California (oeste), Arizona (suroeste) y New Jersey (este), estados que serán consultados el 5 de febrero. Obama, por su parte, se quedó en Carolina del Sur donde cuenta con el electorado negro.