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NUEVA YORK (AFP).- El ex-presidente norteamericano Bill Clinton fue operado con éxito este lunes del corazón en el hospital Presbiteriano de Nueva York, se recupera con normalidad y podría salir del hospital antes de una semana si todo sigue bien, explicaron los médicos que le atienden.
«En estos momentos se recupera normalmente, así que todo parece correcto», dijo en conferencia de prensa el doctor Craig Smith, cirujano-jefe del equipo de 15 personas que dirigió la operación en el Hospital Presbiteriano de Nueva York.
«No hubo nada en este caso que se saliera del dominio de la rutina», añadió Smith sobre una operación que duró estrictamente cuatro horas, aunque contando los preparativos se alargó a unas seis.
«Había una posibilidad importante de que sufriera un infarto considerable en un futuro inmediato» de no haber sido operado, explicó Allan Schwartz, jefe de la división de cardiología del Hospital Presbiteriano de Nueva York.
Clinton fue sometido a un cuádruple «bypass» o desviación de las arterias coronarias y luego trasladado a la unidad de cuidados intensivos, un procedimiento rutinario en estos casos.
La necesidad de la intervención era urgente, dado que «algunas venas coronarias presentaban un bloqueo del 90%», añadió el doctor Schwartz, que sostuvo que la recuperación es «una cuestión de semanas más que de días».
Clinton podría salir del hospital en cuatro o cinco días si todo sigue su rumbo, como es frecuente en estos casos, y continuar con la recuperación en su casa.
Schwartz predijo una «longevidad normal» para el ex-presidente, que podrá volver a su ritmo normal de vida aunque tendrá que cuidar su dieta y recibir medicación.
Clinton ingresó el viernes en este hospital de Nueva York después de que la noche anterior sintiese fuertes dolores en el pecho y dificultades para respirar.
Se trata de una operación que exige la apertura del pecho, detener el corazón y extraerle al paciente vasos sanguíneos de la pierna y los hombros que se le implantaron en el corazón, a modo de puentes que le dan a la sangre un trayecto alternativo a las arterias obstruidas en su paso al miocardio.
Una máquina hizo el trabajo del corazón durante todo el proceso, que costará a la compañía aseguradora de Clinton unos 25.000 dólares, contando la hospitalización.
La esposa y la hija de Clinton, Hillary y Chelsea, aguardaron en el hospital el desenlace de la operación y emitieron un comunicado en el que dijeron estar «profundamente agradecidas» al «increíble plantel médico» por su trabajo.
Asimismo, agradecieron las miles de muestras de solidaridad recibidas.
La razón de la obstrucción de las arterias en el caso de Clinton, que no fuma y hace ejercicio regularmente, podría estar en su conocido apetito por la comida basura.
«Algo de todo esto es genético, pero quizás me causé algún daño en los años en los que no era muy cuidadoso con lo que comía», admitió el viernes en una conversación telefónica con el popular programa de televisión de Larry King, en la cadena CNN.
Parafraseando el eslogan que los partidarios del presidente George W. Bush usan para pedir su victoria en noviembre, Clinton bromeó sobre sus esperanzas de vida: «los republicanos no son los únicos que piden otros cuatro años».
Además de hablar con Larry King, la prensa norteamericana informó este lunes que Clinton pasó el fin de semana noventa minutos al teléfono con el candidato presidencial demócrata John Kerry, a quien le habría dado consejos sobre cómo remontar la desventaja en los sondeos.
