WASHINGTON. Hillary Rodham Clinton se ha asegurado el apoyo público de la mitad de los demócratas que votan en la convención nacional partidaria, lo que le da una ventaja enorme sobre sus rivales para la postulación presidencial partidista. El margen de Clinton sobre el senador de Vermont, Bernie Sanders y el exgobernador de Maryland, Martin O’Malley, es abrumador.

“Tiene la experiencia necesaria no solo para gobernar este país, sino también experiencia política que creo le ayudará en una campaña difícil”, comentó Unzell Kelley, comisionado condal en Alabama. “Creo que ha aprendido de su campaña anterior. Ha aprendido qué hacer, qué decir, qué callar”.

The Associated Press tomó contacto con todos los 712 superdelegados en las dos últimas semanas y recibió respuestas de más del 80%. Se les preguntó por el candidato que planeaban apoyar en la convención en el próximo verano. Estos fueron los resultados: Clinton: 359. Sanders: 8. O’Malley: 2. No comprometidos: 210. Los 712 superdelegados representan un 30% de los 2.382 delegados necesarios para conseguir la candidatura demócrata.

Eso significa que, más de dos meses antes del comienzo de las votaciones, Clinton ya cuenta con el 15% de los delegados que necesita. Esa ventaja considerable refleja la posición dominante de Clinton en el Partido Demócrata, que le ha ayudado a organizar su campaña, contratar asesores de primera línea y recibir adhesiones. Los superdelegados son delegados a la convención que pueden apoyar al candidato que deseen, independientemente de los que los votantes escojan en las primarias y asambleas partidistas.

Son miembros del Congreso y otros funcionarios electos, líderes del partido y miembros del Comité Nacional Demócrata. Clinton encabeza la mayoría de las encuestas para la candidatura demócrata, en general por amplio margen. Sanders ha logrado algunos avances en New Hampshire, donde será la primera elección primaria y sigue atrayendo al público con su mensaje populista sobre desigualdades.

Sin embargo, Sanders solo recientemente se declaró demócrata después de una carrera política de una década como independiente. Aunque generalmente vota con los demócratas en el Senado, se califica de socialista democrático.