Estos encuentros literarios son de resistencia contra la adicción a las redes sociales en la juventud
Cuando la realidad se volvió abrumadora y cuando no se podía salir a la calle, a raíz de la situación descrita por la covid-19, los libros se convirtieron en refugios para muchas personas, especialmente para los jóvenes.
Una actividad que los ayudó a pensar en algo diferente y descubrir nuevas historias.
Pero, además de abrir un mundo interior, los libros permiten espacios de socialización como son los clubes de lectura.
En los últimos meses, se ha visto un auge en el interés por participar en ellos debido a la situación actual, pero también gracias a la virtualidad.
Chiquinquirá Fernández, joven de 18 años, estudiante de Cine y Comunicación Audiovisual del Instituto Tecnológico de Santo Domingo (INTEC), es una lectora voraz desde que era pequeña.
Desde hace un año es parte de club de lectura Ángela Hernández, aunque desde siempre le ha gustado leer. Dedica entre una y tres horas diarias a leer.
“Gracias a mi pasión por la lectura, durante el confinamiento logré mantener la calma”, dice.
Si bien, le gusta leer todo tipo de literatura sus favoritos son los libros de ficción y fantasía. Llegó al club junto a sus excompañeras del colegio por invitación de su profesora de secundaria, Elis Tavárez.
“Durante este año hemos leído obras de autores dominicanos y también clásicos internacionales”.
La pasión por las letras también logró contagiar a Diana Brito, del club La Isabela. A sus 19 años de edad, estudia ciberseguridad en Instituto Tecnológico de Las Américas (ITLA), es fanática de los cuentos y las novelas.
“Yo empecé a disfrutar la lectura cuando descubrí su verdadero encanto, dejé de verla como algo obligatorio del currículo educativo. Leer es una decisión personal, que escogí para crecer y como un estilo de vida”.
Diana, como amante también de la tecnología ha logrado equilibrar sus gustos, “no me dejo llevar de los aparatos tecnológicos, me gusta darle a cada herramienta su verdadero uso. Muchos jóvenes se alejan de los libros por estar todo el tiempo en el celular”.
Un amor de adolescencia. Ariella Adamés, coordinadora del circulo de lectura Manuel Salvador Gautier, desde la adolescencia hizo de la lectura su hobby favorito.
“Leo desde que estaba en octavo grado, me gustan los libros de superación personal, novelas y algunos poemas”, dice.
Ariella, tiene 36 años es abogada y debutó como coordinadora de reuniones de lectura, por invitación de Editorial Santuario, “como ya tenia muchos libros leídos, entendí que podría dirigir un club, y acepté.
El primer año asignamos novelas dominicanas”, dice.
De acuerdo con Isael Pérez, representante de Editorial Santuario y de la Unión Nacional de Clubes de Lectura de la República Dominicana, en la actualidad tiene registrados 158 clubes y 5000 integrantes a nivel nacional.
Además de dos clubes internacionales, en Puerto Rico y Estados Unidos, compuestos por escritores y profesores boricuas y dominicanos.
Pérez, comenta además que todo comenzó gracias a una invitación que recibió para participar del club Café Macondo, creado por la profesora Aurelina Oviedo y luego él fue motivando más lectores.
“En la actualidad son 158 clubes de lectura, cada uno con un coordinador, nos reunimos una vez al mes, para analizar un libro e invitar al escritor o escritora, si esta vivo”, explica.
¿Qué se hace en un club de lectura? Una vez que tienen el grupo para armar el club, deben seleccionar los textos, compartir el entusiasmo por la lectura de estas obras y motivar a la lectura en un tiempo que puede ser máximo un mes, poner un día y una hora para compartir la experiencia personal de cada lector.
Elis Tavárez
La profe que incita a leer
Como muchos docentes, al comenzar el trabajo desde casa a raíz de la pandemia de la covid-19, tuvo que buscar estrategias para que mis estudiantes siguieran leyendo en sus hogares.
Entonces, se me ocurrió la idea de incorporarlos a un clubes de lectura de forma virtual.
La profesora Elis Tavárez, dice que la forma en hacer su labor de personal de responsabilidad social es incentivando la lectura.
“ Yo soy de las cree que la lectura transforma, crea cultura, el ser humano que leer necesariamente tiene que ser diferente. Tenemos que lograr que los jóvenes lean”.