Crear un ambiente distinto en su casa no implica tener que invertir en muebles nuevos, ya que se tiene la opción de seleccionar una gran variedad de telas que pueden servir para tapizarlos y así conformar un aspecto totalmente renovado.

Y es que tapizar los muebles o cambiar las cortinas en el hogar es algo que no debe ser tomado a la ligera. Al contrario, es necesario tomar en cuenta algunos puntos importantes al momento de seleccionar la tela a implementar en el tapizado.

Elegir las telas únicamente por su color o diseño no es lo correcto. Es importante que cada quien maneje informaciones acerca de su composición, ya que cada tipo de tejido posee características distintas que son determinantes al momento del tapizado; las cuales influyen en su duración y correcta aplicación.

Los nombres de los tejidos o telas no indican la clase de fibra que contienen, sino el método de entrelazar los hilos. Cualquier fibra o combinación de fibras puede usarse al momento de mezclar diferentes tejidos. Inicialmente algunos tejidos sólo estaban asociados con una fibra determinada. Como cada fibra tiene propiedades específicas, hoy día, los fabricantes de tejidos suelen hacer combinaciones y mezclas que equilibran las ventajas y desventajas de cada una, obteniendo telas de mayor calidad.

Las fibras pueden ser naturales o sintéticas. Las naturales tales como el algodón, la lana, el lino o la seda suelen ser más caras que las sintéticas, como el acrílico, el  nylon o el poliéster. El algodón ciento por ciento o la mezcla entre algodón y lino, funcionan mejor para tapicerías. La seda, por ejemplo, va mejor para cortinajes. Es conveniente que se informe con el vendedor sobre cómo está compuesta la tela, si tiene mezcla y en qué proporción, y cual es la fibra que mejor se adapta a sus necesidades.

En el mercado se puede encontrar una gran variedad de tejidos que necesariamente hay que aprender a diferenciar.

Entre los más conocidos se encuentra el Brocado, el cual lleva ese nombre por los hilos de metales preciosos, como el oro o la plata, sustituidos en la actualidad por fibras sintéticas. Es muy resistente y de su confección se obtienen atractivos dibujos en relieve de diferentes colores.

El Chenille, formando una trama de hilos pequeños cortados que le otorgan aspecto aterciopelado. Puede ser de algodón, lana o lino, aunque lo habitual es la mezcla de fibras sintéticas y naturales para garantizar resistencia y pocas arrugas. También puede encontrar el Chintz, grueso o fino, con una cara satinada con resina sintética para darle brillo, aunque éste se pierde con el lavado. Los hay de diversos materiales pero lo habitual es que estén tejidos de algodón de hilado fino, lisos o estampados, generalmente con motivos florales o de hojas. Otros tejidos son el Corderoy, el Damasco, Espolinado o el Jarquard.