La Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH) reclamó ayer la disolución de la Dirección General de Prisiones y la implementación definitiva del nuevo modelo de gestión penitenciaria en todo el país.

La entidad que preside Manuel María Mercedes dijo que urge resolver la grave problemática que representan las viejas cárceles, donde no solamente hay hacinamiento, sino que desde allí además “se fomenta y facilita la formación de grupos criminales, que dirigen acciones delictivas fuera y dentro de las mismas”.

En comunicación dirigida al procurador general Francisco Domínguez Brito, el equipo penitenciario de la CNDH le solicita gestionar ante el presidente Danilo Medina un decreto, ordenando el traspaso de la Dirección de Prisiones al nuevo modelo de gestión penitenciara.

Además, sustituir a los miembros de la Policía y del Ejército que custodian dichos centros, por los vigilantes de tratamiento penitenciario (U.T.P.); sustituir los 16 alcaldes por los recién nombrados expertos en administración penitenciaria, e iniciar un proceso de adaptación, reestructuración y construcción de los centros del viejo modelo, y la construcción de otros seis nuevos.