La Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH) reclamó ayer a la Procuraduría General y la Dirección de Prisiones tomar acciones urgentes para corregir las situaciones que se dan con los internos en las cárceles de La Victoria, el 15 de Azua, San Juan, Barahona, Baní, Cotuí y El Seybo, donde según denunció se practica la tortura.

El doctor Manuel María Mercedes, presidente de la entidad, afirmó que en esos centros carcelarios los internos no solamente viven en condiciones infrahumanas por el hacinamiento y la insalubridad, sino que en ellos además se practica la tortura, el tráfico de influencia y la venta de drogas.

Dijo que “duelen e indignan también las recientes muertes por cólera en La Victoria, por la contaminación de agua, debido a una tubería rota “en una celda donde habían 900 reclusos”.

Afirmó que la misma situación de superpoblación que hay en la Penitenciaría de La Victoria, la cual se construyó para albergar a 2,000 privados de libertad y en la actualidad hay 8,000, igual se da también en los demás centros carcelarios del viejo modelo.

“También las torturas, el tráfico de influencias y la venta de drogas son la norma reinante, y eso es inaceptable”, dijo el presidente de la CNDH, quien llevó su reclamo ante el procurador general Francisco Domínguez Brito, y del general Tomás Holguín la Paz, director del viejo modelo penitenciario.

Advirtió que de no tomarse acciones urgentes a favor de los internos en esos centros carcelarios, la CNDH iniciará una campaña nacional e internacional de denuncias de la situación de abandono de ellos, por parte de los citados funcionarios.

“Exigimos y emplazamos al director de Prisiones y al procurador general, a que tomen acciones urgentes a favor de los privados de libertad de estos centros que están bajo su responsabilidad”, puntualizó.