¡Co-herencia!

¡Co-herencia!

“¡Ahí é que prende!!”

Herminio ha estado caminando en círculos sobre sus propios pies… ¡Sí!… ¡Sobre sí mismo!… Una mano le toca su hombro derecho y le hace recapacitar… Es su alter ego que permanentemente lo cuida, al igual que los alter ego de cada uno de ustedes –aunque lo pretendan ignorar-… “Vamo’a ‘acotejarnos’ aquí en esta piedra” –exclama Píndaro para calmar a Herminio, mientras se disponen a descansar un poco y ordenar sus ideas… Hoy, ambos se levantaron como ‘cibaeños de pura cepa’ que son… “Ajualá y algún día podamos siempre sentarnos ‘a la vera’ de una mata como esta… –reflexiona Píndaro-… Estoy ‘choca’o’ con la gente que dice una cosa y luego hace otra que no tiene nada que ver con eso… Es como si quisiera vivir en la capital ‘sin salir nunca de su conuco’…”.

Herminio, que ha estado con sus ojos fijos en el horizonte mientras su alter ego da rienda suelta a sus expresiones, le confiesa: “Mi gente como que ‘ta’totá’… El ‘fracatán’ de problemas que tiene por la pandemia hace que en lugar de ser coherente, reaccione de forma contraria… Es como si la herencia de la falta de educación a que ha sido sometida por años le esté pasando factura y la mantenga ‘fuñida’…”. Píndaro, que no ha dejado de escucharle atentamente, le comenta al oído: “Nuestra gente se ha ’encaquetao’ una división en su interior que la ha llevado a creer que no puede hacer uso de la coherencia, sino de la co-herencia…”.

“¡No, Píndaro! –le grita Herminio-… Hay una falta de relación lógica entre sus ideas y sus acciones… Es como si se estén sintiendo muy cómodos y actúen como ‘la gatica de María Ramos… tirando la piedra y escondiendo la mano’… Están contradiciéndose con lo que realmente desean hacer… Quizás sus principios han ido perdiendo su esencia…”.

“¡Eso se llama incoherencia!” –grita Píndaro-…mientras ‘se emburuja’ con unas ramas que le están ‘fuñendo’ desde que se sentó con Herminio a conversar… Para ‘colmo de los colmos’, mientras ambos están filosofando a través de su sentir popular un par de ‘carros de concho’ truenan… ¡’Han chocao’!… De uno de ellos sale ‘cojeando’ un pasajero por la ya ‘partía’ ventana izquierda… mientras la voz de un ‘gambao’ que ha visto el choque exclama: “¡Ese ‘semáfaro’ lo ha hecho ‘como quinieta’vece’… Aquí han chocao ‘ma’carro que el caray’ porque, aunque la luz ‘esté prendía en verde’, siempre hay ‘una amesita’ que se cree ‘una montra’ que le sigue dando paso a los otros carros… -y agrega- ¡No hay coherencia!”.

Parece que tanto Herminio como Píndaro van a tener ‘su ñapa’ al final de su conversación reflexiva pues, justo cuando creen que han visto mucho al comienzo del día, un jovenzuelo ‘con sus moños a lo moderno’ les pasa por delante sosteniendo ‘un morisoñando’ en una de sus manos, mientras en la otra ‘agarra un platazo de moro’ que del humo que sale de él parece acabado de hacer… “¡Herminio! –exclama Píndaro asombrado-… Mira a ‘ese palomo’… ¡Va sin mascarilla!”… “No te preocupes –recibe como respuesta-, recuerda que en nuestro país está de moda el ser ‘incoherente’ pues hay un gran apego a ‘ser parejero’ olvidando que ‘poloché’ con mensajes en otro idioma te va a dar status… Mañana lo agarra la pandemia porque nunca pensó en cuidarse…¡Es increíble!… ¡Estamos poniendo de manifiesto lo que muchos hemos heredado y estamos siendo entonces co-herentes! Ojalá no nos venga encima ‘un salta cocote’ y nos despierte de ‘un salpatrá’… Ahí nos va a dar ‘un yeyo’… Porque el mantenernos incoherentes actuando contra principios básicos de convivencia nos mantendrá hablando ‘vacuencia’…- exclama con más fuerza Píndaro, mientras sentencia – ¡Ahí é que prende!”.

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