Según la Coalición de ONG por la Infancia, en el país hay 320 mil niños, niñas y adolescentes dedicados al trabajo infantil, lo que les impide desarrollar sus aptitudes y llevar una vida digna.
Su coordinador, Tomás Polanco, resaltó ayer que el 20.5% de las menores de 15 años ha tenido hijo, mientras el 21.2% de las adolescentes entre 15 y 19 años ha estado embarazada.
Además destacó que la pobreza alcanza al 47% de la población menor de 18 años, y señaló que el 62% de la niñez ha sido víctima de algún tipo de violencia.
A Polanco le alarma que en las ciudades aumente la presencia de menores de edad en servicios domésticos, principalmente de niñas que proceden de distintas provincias.
Estos datos dibujan una realidad que vulnera los derechos de los niños, niñas y adolescentes en el país.
Por esa razón, la Coalición de ONG por la Infancia implora a las autoridades que redoblen sus esfuerzos para corregir el problema y mejorar la realidad infantil.
Aunque reconoce que “el Estado está desarrollando políticas para reducir el trabajo infantil”, Polanco percibe que “todavía está muy lejos de dar una respuesta contundente”.
Polanco elogia la implementación de la Tanda Extendida en las escuelas, pero percibe que “aún no llega a toda la población escolar”.
Por eso aspira a la erradicación de las causas que obligan a los niños a trabajar, como la pobreza, la desintegración familiar y el embarazo en adolescentes.
Destaca que aún hay muchos niños y niñas fuera de las aulas escolares.
Niños y adolescentes. A juicio de Juan Carlos González, representante del Plan Internacional-RD, el Plan Nacional de Prevención de Embarazos en Adolescentes afronta serias dificultades: comenzó dos años tarde, sus objetivos no han sido alcanzados y la calidad del gasto no ha sido la deseada.
Por tanto hace “un llamado para que se revise la pertinencia del plan y se puedan hacer los correctivos necesarios”, a fin de que la población adolescente disminuya los embarazos.
Tomás Polanco dijo que el país es el quinto de la región con más adolescentes en gestación, mientras en trabajo infantil está entre los diez primeros de América Latina.