Coalición se debilita Irak

Coalición se debilita Irak

WASHINGTON (AFP).- El retiro del contingente filipino de Irak, iniciado este viernes, supone un nuevo golpe a la coalición dirigida por Estados Unidos, debilitada ya por la partida de los soldados españoles y de algunos países centroamericanos.

   La Casa Blanca expresó el jueves su «decepción» por una «decisión que envía una mala señal a los terroristas», que amenazan con matar al chofer filipino Angelo de la Cruz si sus soldados no abandonan Irak.

   En términos militares esta decisión tiene un impacto irrelevante. Manila sólo tiene 51 soldados y policías en el terreno, contra 140.000 estadounidenses y alrededor de 22.000 de otros países de la coalición.

   En el ámbito político, por el contrario, el retiro de uno de los principales aliados de Estados Unidos en Asia hace temer a altos funcionarios estadounidenses que otros países sigan el mismo camino.

   La actitud de Manila también pone de relieve la fragilidad del concepto de «coalición de países voluntarios» elaborado por Washington para compensar la falta de apoyo de las grandes organizaciones internacionales -ONU, OTAN, etc.- a la intervención en Irak en 2003.

   A pesar de la insignificancia de algunos contingentes -en algunos casos de unas pocas decenas de efectivos-, la administración de George W. Bush suele destacar siempre el número de países que forman parte de la coalición (32 en la actualidad) para intentar refutar las críticas que recibe por la falta de apoyo internacional a su política iraquí, y cualquier defección debilita ese argumento.

   El retiro filipino también pone en evidencia la gravedad de la situación de seguridad en Irak, cuando el gobierno interino iraquí, que asumió sus funciones el 28 de junio, intenta afirmar su autoridad.

   El secretario de Estado, Colin Powell, llamó el jueves a los miembros de la coalición a mantener la «determinación» frente al secuestro y los asesinatos de ciudadanos de algunos países que la integran.

   «Algunos países estimaron que era necesario, por una u otra razón, no prolongar la presencia de sus tropas o retirarlas», reconoció Powell, quien no nombró a esos países.

   Por el contrario, elogió la actitud de Corea del Sur y Bulgaria, que «no vacilan» en apoyar la transición en Irak. Seúl y Sofía confirmaron recientemente su compromiso en Irak, a pesar de la decapitación de ciudadanos de ambos países.

   El golpe más severo, sin embargo, fue el retiro de alrededor de 1.400 soldados del contingente español en abril último, seguido de la retirada de los pequeños contingentes de República Dominicana, Honduras y Nicaragua.

   Según la edición del jueves de The Washington Post, cuatro miembros de la coalición (Tailandia, Noruega, Nueva Zelanda y Estonia) están a punto de retirar sus tropas o piensan hacerlo a la brevedad.

   Pero, siempre según ese diario, seis países (Ucrania, Corea del Sur, Australia, Georgia, Azerbaiyán y Albania) piensan, en cambio, aumentar sus efectivos en Irak.

   Para algunos expertos estadounidenses, el retiro de Filipinas tiene pocas posibilidades de afectar seriamente el debate sobre la guerra en la opinión pública estadounidense, más sensible ahora al nivel, y a las pérdidas, de efectivos estadounidenses.

   «La disminución del número de países de la coalición afecta un poco a Estados Unidos, pero el resultado final se compensa con el aumento de tropas de otros países», estima Thomas Carothers, de la Fundación Carnegie, un centro de estudios internacionales de Washington.

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