NUEVA YORK. Coca-Cola ha dado los pasos para defenderse de las preocupaciones que las bebidas azucaradas están contribuyendo a una obesidad epidémica adoptando etiquetas más claras sobre el conteo calórico, promoviendo refrescos dietéticos y renovando la promesa de no mercadearlas a los niños por debajo de los 12 años.

La política recién anunciada llega justo cuando la compañía de refrescos más grande del mundo y sus rivales causan la controversia de los expertos de salud y legisladores, en EEUU y otros lugares, en relación al alto contenido calórico de sus productos estrella.

“Ellos necesitan afrontar esto cara a cara dada toda la presión que están encontrando, ciertamente desde una perspectiva regulativa y sin duda desde la perspectiva del consumidor”, dijo Ali Dibadj, analista de Bernstein, un grupo de inversión.

Agregó que las ventas de soda en general han disminuido en EEUU ya que los consumidores, preocupados por los problemas de salud, “auto-regularon” su consumo.

Como resultado, las compañías de refrescos se están expandiendo en los mercados emergentes para ganar nuevos negocios.

Los analistas dijeron que Coke y sus rivales estaban preocupados respecto las medidas drásticas a las que se ha llegado alrededor del mundo.

“Ellos están tratando de enfrentar esto”, dijo Dibadj. “Si ellos terminan pintados con el pincel de chico malo, no estoy convencido de que tengan el apoyo de las comunidades y gobiernos locales que ellos realmente necesitan para llevar a cabo toda la distribución local, manufactura y compras con la finalidad crecer.

La industria de refrescos ganó una refriega este año, cuando un juez anuló el intento de la Ciudad de Nueva York para prohibir las bebidas endulzadas de “súper-tamaño”.

Los esfuerzos en otros lugares de EEUU para fiscalizar las bebidas gaseosas, similar al gravamen aprobado en el 2011 en Francia, han fallado.

Coke dijo que también motivaría a los consumidores para que adopten estilos de vida más efectivos y apliquen todas las medidas en los 200 países en que esta opera.

 La compañía ha tratado de tomar la iniciativa en la guerra contra la obesidad, publicando anuncios que animen a los consumidores a quemar más calorías y resaltando sus bebidas de bajas calorías y sin calorías.

“Hay un lugar para todas nuestra bebidas en un estilo de vida saludable”, dijo Muhtar Kent, jefe ejecutivo, agregando que Coke no estaba alejándose de su marca estrella o reduciendo sus ventas en general de sus bebidas carbonatadas.

La compañía no dio una escala de tiempo o un costo estimado de las iniciativas. El rival PepsiCo hizo su propio movimiento para enfocarse en ofertas más saludables, tales como la avena Quaker o los jugos Tropicana, pero desde entonces ha renovado la inversión en sus marcas principales de meriendas y bebidas. 

Coke dijo que cerca de un cuarto de sus 3,500 bebidas, que incluyen jugos y agua, tienen pocas o cero calorías, pero que esas opciones no estaban ampliamente disponibles en todos los mercados.

Kent dijo que las ventas de la Coca-Cola de dieta en China ascendían a un porcentaje de “dígito simple” de las ventas de la marca Coke, comparado con el 41% en EEUU. Las acciones de Coca-Cola bajaron un 0.9% quedando en $42.31 en Nueva York.