Bajo el título de “Un mundo sin residuos” (“World Without Waste”), la compañía Coca-Cola presenta su nueva meta medioambiental diseñada para incentivar la recolección y el reciclaje.
Se trata de una estrategia basada en “diseñar, recolectar y asociarse” como una inversión en el planeta, integrando a la marca, a los consumidores y a la comunidad en general.
El objetivo principal de la iniciativa es alcanzar, para el año 2030, un 100 % de recolección y reciclaje, logrando que por cada botella o lata de Coca-Cola vendida, se recupere una. Así, cada empaque tendrá más de una vida útil y se formará un sistema de recolección y reciclaje “uno a uno”.
En una nota de prensa, la compañía explica que, aunque cuenta con presencia global al operar en más de doscientos países, el reciclaje y el manejo de residuos es un problema propio de cada país, y no existe una solución única que funcione en todas partes.
En ese sentido, parte del compromiso de esta compañía es hacer un examen mercado por mercado para determinar si los sistemas actuales son un punto de partida adecuado para un mayor reciclaje.
Adicionalmente, a través de “Un mundo sin residuos” se quiere lograr que todos los empaques utilizados por Coca-Cola sean 100 % reciclables en todo el portafolio de productos, al desarrollar mejores botellas y cambiar la forma en que son fabricadas. Con relación a esto, se está prestando atención especial a los plásticos, pues sin lugar a dudas éstos constituyen uno de los principales desafíos en términos de residuos a nivel mundial.
“Entendemos que el manejo de residuos es una problemática, y de alguna manera sentimos la responsabilidad de ayudar a resolverla. Al invertir en el planeta y en nuestros empaques, podemos contribuir a que el tema mundial de los empaques sea cosa del pasado”, afirma Vielka Guzmán, gerente de Asuntos Públicos y Comunicaciones.