Coca-Cola, la empresa estadounidense que produce la bebida más popular del planeta y Mengniu, una pujante empresa china dedicada a los lácteos, anunciaron ayer en Lausana un acuerdo para convertirse en patrocinadores conjuntos de los Juegos Olímpicos hasta 2032.
Tan importante es el acuerdo para las arcas del Comité Olímpico Internacional (COI), que su presidente, el alemán Thomas Bach, convocó a la prensa a las ocho de la mañana: «A esta hora normalmente ni mi esposa me escucha la voz».

«Es el primer patrocinio en conjunto en nuestra historia, y, como se imaginarán, no fue un patrocinio sencillo de lograr», admitió Bach, que preside el COI desde 2013 y, todo indica, renovará el cargo en 2021 por un período de cuatro años hasta 2025.

El acuerdo es ciertamente peculiar. Une Atlanta con la Mongolia interior, la principal sede de Mengniu, fundada hace apenas 20 años y la décima empresa de productos lácteos a nivel mundial, según cifras de 2017. A nivel asiático, Mengniu es la segunda compañía láctea, y sus planes pasan por abrirse paso más allá de los mercados del área, Australia y Canadá para ser un jugador mundial.

El español Juan Antonio Samaranch, miembro del COI e hijo del ex presidente del organismo, no obvió el tema de la guerra comercial entre estadounidenses y chinos.