Madrid, (AP).- Un coche bomba estalló el viernes cerca de la ciudad vasca de Bilbao, causando la muerte a un inspector de policía que ocupaba un cargo relevante en la lucha contra ETA.

El presidente del gobierno vasco, Patxi López, condenó rotundamente el atentado, que atribuyó a la organización armada ETA, y convocó a la sociedad vasca a una manifestación de repulsa en Bilbao.

«Ellos (ETA) nos han enseñado el camino del dolor, nosotros les vamos a enseñar el camino de la cárcel», dijo López en una declaración. «Voy a lanzar un aviso claro a ETA: vamos a acabar con ellos».

El consejero vasco del Interior, Rodolfo Ares, explicó que el atentado tuvo lugar en un estacionamiento de automóviles en el municipio de Arrigorriaga, muy cerca de Bilbao.

La bomba estaba adosada a los bajos del vehículo en el que viajaba el agente de policía Eduardo Antonio Puelles García, de 49 años, casado y con dos hijos, quien falleció en el acto.

La fuerte explosión redujo el automóvil a cenizas, provocando un enorme incendio que se extendió a otros coches aparcados en la zona.

Puelles García dirigía desde 2002 una brigada policial en el País Vasco especializada en el seguimiento y detención de activistas etarras.

Desde Bruselas, donde asistía a una reunión de la Unión Europea, el presidente José Luis Rodríguez Zapatero calificó el ataque de cobarde y manifestó su firme voluntad de acabar con ETA.

«Sabíamos que podía volver a ocurrir, aunque la organización terrorista está más débil que nunca», señaló Zapatero. «Sepan todos que sobre los autores de esta nueva atrocidad caerá todo el peso de la ley, para asegurarles el cumplimiento de la más larga y dura condena posible».

De confirmarse la autoría de ETA, sería el primer atentado de la agrupación separatista desde que el Partido Socialista de Patxi López asumiera el poder en el País Vasco el pasado mayo, después de 30 años de gobiernos nacionalistas.

El último atentado mortal de ETA se produjo el pasado 3 de diciembre, cuando un pistolero de la organización asesinó al empresario Ignacio Uría Mendizábal en Azpeitia, Guipúzcoa.

ETA, considerada una organización terrorista por Estados Unidos y la Unión Europea, ha asesinado a más de 825 personas desde finales de 1960, en su campaña por un País Vasco independiente de España.