¿Le ha sucedido que saborea una comida y de repente percibe un sabor acentuado particular, especial para los que gustan de la cerveza? Pues lo que ocurre es que esta bebida es utilizada por expertos culinarios como condimento secreto en cientos de deliciosos platos.
Es parte de varias recetas que abarcan la culinaria mundial, y se usa específicamente para condimentar alimentos procedentes del mar, los cuales están considerados como los mejores aliados.
Con la cerveza se puede cocinar durante cualquier estación del año, pues logra exquisitos guisos y sopas en invierno, así como mariscos o vegetales en el verano, ¡e incluso sabrosos postres!
Podría pensarse que para decidir cocinar con cerveza ésta tiene que gustarles a los comensales, pero no es así, porque en las comidas pasa de ser una bebida alcohólica a convertirse en un condimento que acentúa el sabor de los alimentos.
Es fácil cocinar con cerveza y ésta ofrece un amplio abanico de posibilidades en la cocina. No es necesario ser un experto gastronómico y mucho menos ser amante de esta bebida.
La diferencia entre cocinar con cerveza o vino es de fondo; la aplicación es la misma, pero el sabor y la categoría son distintos.
Las reglas culinarias son las mismas que se aplican al vino, y se puede usar en asados, comidas picantes, carnes rojas, mariscos y en casi cualquier plato en el que quiera innovar. Lo único que debe tener presente es que mientras más pesada sea la comida, más fuerte debe ser la cerveza, y viceversa: si la comida es ligera la cerveza debe ser light.
¡Vivir! presenta a continuación algunas recetas que podrá preparar.
Recetas
Camarones borrachos
2 1/2 de camarones
1 cabeza de ajo
1/2 taza de harina
1 lata de cerveza
Pimienta negra
Sal al gusto
Preparación. Abrir los camarones por la espalda, pelarlos (opcional) Moler la cabeza de ajo. Mezclar la harina cernida, el ajo, la pimienta negra molida, un poco de la cerveza y la sal al gusto en un tazón o bol. Remover todos los ingredientes hasta que quede una crema homogénea. Luego pasar los camarones por la mezcla hasta que estén bien cubiertos y freírlos. Esta receta se puede acompañar con una ensalada de verduras.
Aros de cebolla
2 tazas de harina más una taza
1 huevo batido
2 cucharaditas de perejil seco
2 cucharaditas de ajo en polvo
2 cucharaditas de orégano seco
Sal y pimienta a gusto
1 taza de cerveza ligera
3 cebollas grandes, cortadas en rebanadas
2 ó 3 tazas de aceite para freír
Preparación. En un bol pequeño, combinar las dos tazas de harina, el perejil, el ajo, el orégano, el huevo, la sal y la pimienta. Gradualmente, agregar la cerveza, batiendo, hasta que se forme una mezcla espesa. Echar más o menos cerveza dependiendo de la consistencia que desee en la mezcla. Agregar una taza de harina en otro bol, condimentado con sal y pimienta a gusto. Sumergir cada aro de cebolla en la harina, sacudir el exceso y agregarlo a la mezcla. En una sartén para freír, o en una freidora, calentar el aceite a fuego medio fuerte. Freír los aros de cebollas, dándoles vuelta una vez para lograr un color dorado de los dos lados. Colocar los aros que estén listos sobre papel toalla para secar el aceite e ir cambiándolos a medida que vayan absorbiendo. Servir inmediatamente. No dejar enfriar.
Pollo a la cerveza
4 pechugas de pollo sin piel
5 barras de mantequilla
1 lata de cerveza
Caldo de pollo
1 taza de tomillo
1 cucharadita harina
Pimienta negra al gusto
Sal al gusto
Preparación. Sofreír las pechugas de pollo por entre ocho y diez minutos en la mantequilla. Agregar la cerveza, el caldo de pollo, y los demás condimentos. Mezclar. Tapar y cocinar por 45 – 50 minutos a fuego lento. Mezclar dos cucharadas derretidas de mantequilla con la harina y poner aparte. Sacar el pollo de la sartén, agregar mantequilla amasada a los jugos de cocción, cocinar revolviendo, hasta que la salsa espese. Bañar el pollo con la salsa.