La cocina suele ser la estancia más visitada de la casa durante el día. Si además nos encontramos con cocinas abiertas a la sala, el dinamismo de esta estancia crece aún más. Hay soluciones que ayudarán a que este espacio se integre mejor con el resto del entorno, por ejemplo, las islas y las penínsulas.

Aunque los conceptos confunden, son diseños de cocinas parecidos pero con algunas diferencias.

Una isla de cocina es un conjunto de muebles que funcionan como elemento organizador, almacenaje y superficie de trabajo a la que se puede acceder por los cuatros lados; no está anclado a ninguna pared- situándose, generalmente, cerca de la zona de trabajo.

Mientras que una península de cocina es un set de muebles que sirven igualmente como elemento organizador, almacenaje y superficie de trabajo. Sin embargo, a diferencia de la isla solo se puede acceder por tres lados debido a que está anclada en la pared por uno de los lados, convirtiéndose en una prolongación de la misma.

Para grandes dimensiones. Las islas centrales en la cocina son elementos funcionales. Para aquellas personas o familias que disfrutan cocinar serán una solución perfecta, pues las islas dan mayor libertad en cuestión de movimiento. La superficie de trabajo se libera completamente de la pared, y, por lo tanto, el cocinero podrá moverse mejor en torno a ella.

Además de aportar facilidad de movimiento, las islas de cocina pueden incorporar muebles de almacenaje en la parte inferior.
Esto se traduce automáticamente en mucho más espacio para guardar cosas y mantener el orden en la cocina.

Además, las islas de cocina también tienen encimera, multiplicando así la zona para poder trabajar y preparar los alimentos.
La estética es, sin lugar a dudas, el gran fuerte, especialmente porque está a la vista de todos.

Espacios reducidos. Cocinas pequeñas: una península siempre es buena opción. En estos casos será mejor apostar por una península. Se trata de una prolongación de la encimera en forma de “U”, o bien un saliente directamente de la pared a modo de barra.

Las penínsulas pueden tener las mismas ventajas que una isla, aunque no son independientes y el movimiento es más reducido. Pero son estupendas para delimitar espacios porque cuando la cocina es abierta, al colocar una península creas una especie de barra que separará una zona de la otra.