MILLIZEN URIBE
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De  ser exclusivos de  tiendas macrobióticas y naturistas, los alimentos orgánicos han pasado a los estantes de las principales tiendas y supermercados.

Con esta popularización de su venta se da respuesta  a la ya no tan nueva, pero todavía latente, “fiebre” por los alimentos orgánicos.

Y es que en la actualidad el gusto por lo saludable y lo ecológico trasciende la industria de la  moda y de la foresta, y llega hasta la cocina, en donde los alimentos orgánicos se convierten en los mejores aliados para cuidar tanto de la salud personal como  de la del medio ambiente.

A propósito de la celebración del Día Mundial del Medio Ambiente, ¡Vivir! comparte con ustedes esta edición sobre los alimentos orgánicos.

Más orgánico, más saludable
La   nutrición del organismo humano protegiendo la salud de los consumidores es el objetivo principal de los  alimentos orgánicos.

Así, su consumo repercute directa y positivamente sobre el buen estado del organismo,  ya que no usan químicos en ninguna fase de su tratamiento y además están libres de transgénicos.  

Otra ventaja que presenta este tipo de producto es  que los alimentos orgánicos cárnicos o lácteos están libres de hormonas, con lo que se reducen las posibilidades de sufrir cáncer de mama y colon,  que diversos estudios han relacionado al consumo de carne. 

Cero insecticida, cero contaminación
La no presencia de fertilizantes en su producción es una de las características principales de los alimentos orgánicos.

Son  productos agrícolas o agroindustriales que se obtienen mediante  procedimientos denominados “orgánicos”, cuyo  objetivo principal es “la obtención de alimentos más saludables y la protección del medio ambiente por medio del uso de técnicas no contaminantes”.

Estas técnicas  disminuyen el empleo de energía y de sustancias inorgánicas, con lo que se beneficia el medio ambiente.

Así, los productores de alimentos orgánicos procuran que sus productos estén libres de agroquímicos y no producen alimentos transgénicos.

Igualmente, los cultivos orgánicos son enriquecidos mediante la elaboración de abono orgánico con la finalidad de volver a dar al suelo los nutrientes que entrega a través de los alimentos.

¿Por qué comer alimentos orgánicos?
Aunque  la  seguridad de los alimentos no es un tema  del que se hable mucho, se sabe que el empleo de pesticidas en la agricultura es muy dañino para la salud. Así lo han demostrado casos difundidos  de intoxicación masiva por pesticidas  en la India, Egipto, México, los Emiratos Árabes Unidos y otros países.

Sin embargo, muchos de estos casos no son reportados debido a que sus síntomas (dolor de cabeza, dolor abdominal, debilidad, sudoración, salivación, lagrimeo, incontinencia urinaria  y  fecal, bradicardia  y fatiga)  pueden presentarse en muchas enfermedades.

Por eso, al conocer  que  consumir alimentos con pesticidas se ha relacionado con la aparición de cáncer, problemas del sistema inmune y muchas otras enfermedades crónicas, optar por el consumo de alimentos orgánicos suele ser la decisión más lógica.

¿Cómo se producen?

Café
Está libre de químicos y pesticidas. Se cultiva bajo sombra, respetando al ambiente tropical y  evitando el uso de pesticidas y agroquímicos.

Carne
El secreto de la carne orgánica está en el buen trato hacia las vacas. El bienestar y su vida libre de estrés produce un producto cárnico de alta calidad. Sólo se procesa carne de animales jóvenes. 

Leche
Para obtener leche orgánica las vacas se crían con los métodos naturales. Las praderas se fertilizan con abonos naturales.

Lechuga
Es producida con materia orgánica tratada, sin químicos ni fertilizantes. Es regada con agua no contaminada. 

Té de manzanilla
La flor crece sana en camas fértiles de cultivo orgánico. Por lo general, la manzanilla por sí misma espanta  a los insectos.

ZOOM

¿Por qué son más caros?

Pocas porciones
La agricultura industrializada o masiva es más barata  que la de los productos orgánicos porque la primera produce más volumen con menos gastos y porque los productos normales tienen más venta. Pero, no obstante el precio,  vale la pena consumir más alimentos cultivados de forma natural y productos animales sin residuos hormonales.