Para muchas personas cocinar es una tarea cotidiana y hasta nos parece una actividad sin peligros, pero la realidad es otra.
Para cocinar se utilizan objetos cortantes, punzantes, con llama abierta y altas temperaturas en presencia de materiales combustibles e inflamables; superficies mojadas y resbaladizas, productos que pueden reaccionar químicamente, entre tantos otros peligros que debemos identificar y actuar con precaución para que cocinar sea una tarea segura y placentera.
Los fuegos de cocina son la causa número uno de incendios y lesiones en el hogar, y una cocina desatendida es el principal factor de riesgo.
En esta época del año, donde tenemos muchas actividades por motivo de la Navidad, debemos estar más atentos a actividades que no suelen ser rutinarias. Por ejemplo, el horno que en muchos hogares se utiliza poco, pasa a ser usado con mayor frecuencia.
Nadie quiere pasar su Navidad lamentándose de las consecuencias de algún incidente, por eso al cocinar tenga cuidado con la temperatura del horno y al encenderlo asegúrese de que el gas de la hornilla haya estado cerrado. Muchos accidentes ocurren al intentar encender el horno luego de haber dejado un rato la hornilla abierta.
Manipule los alimentos de forma segura utilizando siempre productos frescos y lave bien los alimentos que se comen crudos. Evite comprar comida en la calle, ya que no hay garantía de cuánto tiempo llevan ya cocinadas y al recalentar su comida asegúrese de que haya estado refrigerada.
Recaliente solo la cantidad de comida que vaya a comer en ese momento, una vez recalentada la comida no la vuelva a almacenar, descártela. Coma y beba con moderación, o mejor aún, en espacios prolongados de tiempo.
Si tiene sueño o ha consumido alcohol, no use la estufa. Es necesario estar alerta cuando utiliza calor para cocinar. Quédese en la cocina mientras fríe, hierve, cocina a la parrilla o a la plancha.
Si está hirviendo a fuego lento, horneando o asando alimentos, revíselos con regularidad, permanezca cerca de la cocina mientras los alimentos se cocinan y use un temporizador para recordarle que está cocinando. Mantenga lejos de la estufa todo lo que pueda prenderse: guantes, utensilios de madera, envoltorios de alimentos, fundas, toallas o cortinas. Converse con todos los miembros de su familia y refuerce las medidas de seguridad que siempre debe aplicar. Evite que los niños utilicen la cocina sin la presencia de un adulto y manténgalos alejados de toda fuente de calor.