Sin lugar a dudas, la comida más popular durante las convalecencias es la sopa de pollo y fideos que las abuelas preparan desde épocas antiquísimas con la seguridad de que logra hasta “levantar a un muerto”.

El caldo de pollo se recomienda  para combatir el frío, los procesos gripales, la anemia y hasta la resaca. 

Esta costumbre está respaldada en parte por algunas investigaciones que señalan que el consomé de pollo podría  tener un ligero efecto en personas resfriadas. Pero aunque no se confirme, todos sabemos lo bien que  sienta una sopa caliente cuando se está congestionado.

El hecho de que sea  líquida la hace más que recomendable, pues ayuda a hidratar el  cuerpo,  que es  un 70% y 80% líquido. También favorece mucho que es una comida ligera, pero no por eso menos nutritiva: la carne de pollo es rica en proteínas, vitaminas y minerales, los fideos aportan carbohidratos, que son la principal fuente de energía, y ni hablar de  los beneficios nutritivos  de los vegetales.

La forma de prepararla varía mucho según el gusto de las personas, pero los vegetales más utilizados  son: papa, auyama, zanahoria, apio, cilantro y otras verduras. Puede mejorar el sabor  añadiendo cebolla, pimientos morrones, puerro, repollo o espinacas.

En cuanto a la carne, no importa cuales piezas del pollo  utilice, aunque esas  partes que se desechan comúnmente y que muchos llaman “pico y pala” (patas, cuello, alas y otras) son precisamente  las que le dan mayor sabor a este ya famoso  caldo.

Recetas

Sopa de pollo

1 taza de auyama en cubos pequeños, 2 libras de pollo, 1 taza de papas cortadas en cubos pequeños, 6 tazas de agua, 1 cucharadita de aceite, 1 taza de fideos, 1 cucharadita de ajo triturado, 1/4 taza de apio cortado, 4 rebanadas de pan

Preparación.  Caliente el aceite en un caldero, agregue el pollo, el ajo, la sal y las hierbas. Añada el agua y la auyama. Deje hervir a fuego mediano por 15 minutos. Agregue las papas y, cinco minutos más adelante, los fideos. Revuelva periódicamente para evitar que se pegue, añada agua si es necesario. Ajuste con sal al gusto. Cuando los ingredientes estén blandos, retire del fuego. Sirva con el pan.

Sopa de pollo con tomate

2 libras de pollo troceado, 4 onzas de cebolla, 1 zanahoria, 1 puerro, 1 rama de apio, 1 tomate, 5 onzas de pasta en fideo para sopa, sal, limón.

Preparación.  Limpie el pollo y lave las verduras. Ponga en una cazuela grande con 2 litros de agua y deje cocer a fuego lento unas 2 horas. Aparte del fuego, saque el pollo y  deshágalo.  Deje un poco de pechuga entera para acompañar. Triture las verduras  sin la cebolla. Agréguelas al caldo  junto con el fideo y la parte de pollo que deshizo. Deje cocer unos 10 minutos más,  ponga sal. Antes de servir, exprímale  medio limón. Sirva caliente.

Consejos

Pollo o gallina. Se dice que si se utiliza carne de gallina en vez de  pollo, la sopa será más sabrosa. Procure cocinarla hasta que esté bien tierna. Si se deshace con los cubiertos, mucho mejor.

Orden. Primero hierva la carne con los condimentos, luego añada los vegetales y por último los fideos, veinte minutos antes de terminar la cocción. Así la pasta no se cocerá demasiado y evitará que la sopa adquiera consistencia muy espesa.

Casera. Si lo que quiere es hacer bien a su cuerpo, obvie las sopas enlatadas o para preparar en microondas. Lejos de tener efectos positivos en su salud, más bien pueden hacerle daño.

Limón. Un toque de limón o naranja agria al momento de servir, es delicioso.

Acompañamiento. Si la ocasión lo amerita, puede acompañar una sopa de pollo con trozos de pan, galletas o arroz blanco.

Verduras. Si no le gustan, retírelas antes de servir, pero no deje de añadirlas. Son las que dan el sabor al caldo.