Coctelera

Coctelera

Buen domingo, viejo Magino. Tome las cosas con calma y medite, medite mucho, que el horno no está para galletitas. Lea conmigo: “Los multiusos que hay en todo el país deben ser terminados”. Tocaré el tema en otra entrega, pues la situación es penosa y nadie dice nada. ¿Y por qué será?.

Ese párrafo, mi docto amigo, pertenece a la columna de Leo Corporán, del pasado viernes. Corporán es el editor deportivo de El Nacional y uno de los periodistas mejor enterados del acontecer dominicano en sentido general, no solo del deportivo. Y cuando él se expresa en esa forma, algo seguro sabe. Ahora bien, Maginito querido, donde Leo no es muy justo es cuando habla de que en relación con la situación de los multiusos “nadie dice nada”. Vamos, Maginito, a hacer algo desacostumbrado, vamos a decirle al querido colega que el Coctelero sí ha dicho algunas cosuanitas y las ha dicho en múltiples ocasiones en esta columna. Cuanto pasa, viejo sinvergüenzón, es que una cosa es la libertad de expresión y otra la de opinión pública, pues la jode que usted diga y diga y desde el techo no le hagan el menor caso por razones que podrán ser atendibles o no atendibles… Entre las cosas que hemos dicho se encuentra aquella de que el gobierno del presidente Leonel Fernández, a través de Sedefir o de quien sea, dispone de un minucioso estudio en relación con la construcción de los multiusos, estudio dotado de gráficas tomadas por aire y tierra. Nadie, pues, mejor enterado de cuanto ocurre con esa vainita que el propio gobierno. El estudio jamás ha sido hecho del dominio público y es cierto que nada obliga a Sedefir —al gobierno— a hacer las cosas como usted quiere que se hagan. A usted, gracias a Dios, no lo eligieron para carguito alguno… q Es tanto el silencio oficial alrededor de este tema, que se siembra hasta la confusión en determinados sectores. Se tiene entendido que hay multiusos —o debe haberlos— construidos con fondos provenientes del Acuerdo de San José, suministrados por Venezuela durante los trabajos preparativos de los Panamericanos de Santo Domingo. Pero hay también multiusos — o debe haberlos— que comprometen hasta sus nietos con el pago del préstamo para el financiamiento de los mismos. Ese es el préstamo por 64.0 millones de dólares facilitado por un banco de Baltimore para la construcción de 115 multiusos en todo el país. Ambos préstamos —el de San José y el de Baltimore— fueron suscritos por la administración del presidente Hipólito Mejía y el de Baltimore nada menos que con el respaldo del Congreso. Ese préstamo norteamericano fue destinado, de grado a grado, a una muy poca conocida empresa gringa, a la cual se confió la construcción de las obras… Mire, Magino, no se trata de que usted crea que las cosas, en este caso específico, estén bien o mal hechas. Lo que debe importar es que el gobierno dé cuenta, en forma detallada, de como se hicieron esas cosas, pues se emprendió un bullicioso programa de construcciones para deportes entre otras cosas, o básicamente para deportes, y jamás se ha dado una noticia de como concluyó el mismo o a que altura se encuentran las instalaciones si el desarrollo de las mismas está a medio palo. Tampoco se explica que Sedefir, que se ha caracterizado por sus puertas abiertas, en el caso de los multiusos guarde un silencio que es confundido hasta con miedo. En ese programa de multiusos no son dos ni tres los cheles envueltos. Si calculamos al treinta por uno, estamos hablando de 1,920 millones de pesos… El amigo Corporán, que sí tiene excelentes contactos, puede tocar la tecla en una próxima entrega —ojalá sea pronto— y decir qué flota sobre el agua en ese casito.

Publicaciones Relacionadas

Más leídas