Coctelera

Coctelera

Para aquellos que pueden pensar en exageraciones cuando doy algunos nuevos precios de medicamentos, mi querido Maginito, coja usted y suelte cuanto quiera: hace alrededor de un añito, vamos a decirlo así, un tubo de Voltaren gel costaba RD$343.00. Hoy, mi caro viejo sirvergüenzón, el mismo Voltaren gel vale RD$769.00, es decir, unos pesitos menos para hacer el doble del valor anterior. Pero hay por ahí un medicamento llamado Ceclor, de 500 miligramos, que valía, hace también cosa de un año, RD$843.00 la cajita de quince cápsulas. Hoy, amigo del alma, y para gran sorpresa y mayor boquete bolsillístico, esa cajita vale RD$3,256.00 en una farmacia de Bella Vista, RD$3,088.00 en una de la avenida San Martín y RD$3,220.00 en una `botica` del Naco. Cada cápsula, valor promedio, cuesta RD$212.54. Magino, ¡No se enferme, que el pueblo no come dólares, y si se enferma, prepárese a joderse o a no haber nacido! Y su mamacita si cree que el Tratado de Libre Comercio con Estados Unidos ayudará en eso de las medicinas….

La memoria del Doctor –usted sabe a quien me refiero– es algo muy serio. Fíjese usted que Fello Suberví, al anunciar que aceptaba la nominación a la vice, ofrecida por el presidente Hipólito Mejía, dijo que lo hacía «sin condiciones». ¡Igualito que el Doctor cuando dio su respaldo a Leonel y al PLD para desguabinar a Peña Gómez y al PRD en 1996!….

Maginito, ¿y qué carajo tiene de raro que en este país se desacate la sentencia de un juez? Eso no ocurre ya con tanta frecuencia, pues antes era un auténtico relajo, pero no olvide que todavía quedan funcionarios administrativos, bocones ellos, quienes se sitúan por encima del bien y del mal. Son de esos tipos que se creen que pueden hacer y deshacer y que todo el mundo tiene que plegarse a sus designios. A fin de cuentas, Maginito, ¿no harán bien en ser así, arrogantes y boca de puercos? ¡Total, nadie les toma en cuenta sus actuaciones!….

Magino, por este lado de la isla se oyen cosas que pasman a cualquiera. ¿Sabe usted lo que es eso de clamar por el desarme en Haití? ¿Y aquí? ¿Algún día habrá desarme? Lo lindo del caso es que cuando se anuncia o inicia algún plan para desarmar, en el país desde luego, se quiere quitar las armas a quienes las poseen con permiso legal, que pagan muy caro por cierto. No hay duda, Maginito, que así es más fácil hacer alguna alharaca. Mientras tanto, el armamentismo, en esta pobre patria de Duarte, sigue por sus buenas mientras los hipócritas se alarman por la falta de un desarme en Haití….

Y ya que hablamos de Haití, en la vecina nación hay manifestaciones permanentes a favor del derrocado Jean Bertrand Aristide. Sin duda alguna, mi querido Magino, los seguidores haitianos de Aristide han mostrado más timbales que los seguidores dominicanos de Juan Bosch en 1963, con excepción de los aguerridos jóvenes del 14 de Junio que dieron hasta sus vidas por la libertad conculcada. Y créame, viejito vagabundo y cuentista, si bien es cierto que Aristide y Bosch encabezaban gobiernos constitucionales, no se puede establecer punto de comparación entre uno y otro. El de Bosch fue un régimen de auténticas libertades públicas, donde a nadie se persiguió por sus ideas políticas, donde los atisbos públicos de corrupción fueron cercenados. Y al Palacio llegó después de darle el golpe de plopló a sus adversarios. Del gobierno de Aristide no puede decirse lo mismo, pues el terco ex cura se fue ilegítimando por las arbitrariedades de sus seguidores, tras llegar al poder solo con un diez por ciento del voto del electorado, en unos comicios donde la ausencia fue lo más destacado….

Mire, Maginito, si el Coctelero hubiera estado en el lugar de Johnny Ventura, es probable que hubiera ido a La Habana al concierto organizado por Cocuyo y hubiera mandado al mismísimo carajo a los trogloditas que desde Miami quieren dirigir voluntades a su capricho. Lo que no entiendo, sin embargo, es que se quiera sacrificar ahora a Johnny por la decisión tomada. ¿Acaso no viven chuleando a Pablo Milanés y a Silvio Rodríguez, dos auténticas estrellas de Cuba, América y el mundo, quienes dijeron que no irán a Chile en los días en que gobernaba por allí el temible general Augusto Pinochet Ugarte. Cada uno toma la decisión que le viene en ganas y se acabó. Es Johnny Ventura artista, es nuestro artista, un legítimo orgullo para el arte popular, sin cuyo nombre no se puede escribir una verdadera historia de la música vernácula.

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