Coctelera

Coctelera

Mis saludos  cordiales, mi querido Magino y, por favor, hágalos extensivos a los suyos. He observado, viejo minero, que el ingeniero Ramón Alburquerque, presidente del Partido Revolucionario Dominicano (PRD), queriéndolo o sin quererlo, prueba que no gusta trabajar para el inglés, que le mete el pecho a cualquiera.

Alburquerque deja sobrentendido que los legisladores perredeístas que a la hora de la verdad respalden una modificación del artículo 49 de la Constitución para abrir camino a una postulación presidencial del agrónomo Hipólito Mejía, serán expulsados del partido. El alto dirigente político recordó que el ex presidente Mejía, públicamente, pidió perdón por haber auspiciado la reforma constitucional de l 2002, que restableció la reelección presidencial.

Los pronunciamientos de Alburquerque se interpretan como reacción  a las manifestaciones de perredeístas o de sus voceros, de que aspirarán a la nominación presidencial en  2012. Alburquerque juega una pelota viva y por eso suelta las amarras de la nao blanca cuando expresa que el PRD no es un dirigente o líder, sino el pensamiento de José Francisco Peña Gómez y de sus estatutos…

Magino,  no me hable muchas pendejadas de la belleza de esta ciudad. Dígame, mejor, de quién es la responsabilidad de mantener en buenas condiciones el pavimento de calles y avenidas. Ahora mismo cuanto se ve produce vergüenza, aunque debe aceptarse que los torrenciales aguaceros   han hecho su trabajo. Estoy seguro de que Neil Armstrong observó menos cráteres cuando puso un pie en el suelo lunar que los que vio en Santo Domingo cuando el Apolo sobrevoló el Caribe. Ya ni siquiera las vías de gran tránsito se escapan a las zanjas y a las troneras. ¿Hacia dónde miro? ¿Obras Públicas o el Ayuntamiento?…

El presidente de la Asociación   de Hacendados y Agricultores, doctor Cesáreo Contreras, le puso tremendo huevo al gobierno: a) El Consejo Alimentario no se ha reunido una sola vez. b) No se ha conseguido un solo centavo de los siete mil millones de pesos que el gobierno ofreció invertir, de inmediato, para realizar trabajos a favor de la agropecuaria. Pero don Cesáreo le entra con vigor a un tema que desconcierta a cualquiera: ¿Por qué desde que caen dos o tres aguaceros  las carreteras, los caminos  y los puentes sufren averías que incomunican pueblos? Está muy bien que eso ocurra cuando el país es azotado por un huracán o grandes inundaciones. Pero aquí nos pasamos el año entero pegando parchos y con cualquier tormenta, nos dan el golpe de pló-pló…

A Bush van a despedirlo con tremenda crisis: Lehman Brothers, en Nueva York, cuelga los tenis y pide 80,000 millones de dólares al acogerse a la ley de bancarrota, y por ahí viene Merryl Linch.

Publicaciones Relacionadas

Más leídas