Coctelera

Coctelera

Por más que la Shell  niegue la existencia de crisis en sus relaciones con el Estado en la operación de la Refinería de Petróleo, «algo flota sobre el agua», como expresaba el neorealismo italiano de post guerra. Los rumores de problemas entre los socios a partes iguales en la Refinería -Shell y Estado- vienen desde hace varios meses, desde que se filtró la especie de que Rubén Montás, presidente del consejo de administración, le había puesto el frente a los mandamás de la multinacional que controlan la administración de la empresa petrolera.

Se hablaba de alteraciones de facturas en el transporte del combustible y de maniobras para que Industria mantuviera cierta paridad que obliga a los precios altos en vez de las bajas. Ahora se conoce de un informe -que Shell anuncia que responderá la próxima semana- en que se pide la destitución de dos gerentes, lo que rechaza la multinacional. Pero también hay informes de que Shell no ve con buenos ojos las operaciones con Petrocaribe, de Venezuela, que sirve combustibles en un programa especial que es beneficioso para la nación.

No hay duda alguna de que por más Shell que fuña, el presidente sudamericano Hugo Chávez se ha portado requetebien con los dominicanos en cuanto al suministro de combustibles se refiere, con facturas diferidas y todo. Pero hay más cosuanitas en el rebú-petit o petit-rebú que se anuncia: la gente de Shell, por lo bajito, sopla que ellos no están muy de acuerdo con «decisiones» del consejo de administración de la Refinería, que ha aprobado «sueldazos» y dietas de alturas para los miembros del citado consejo. ¿Será verdad tanta belleza? Cabe esperar, mi querido, que este lío se aclarará de una vez y para siempre, pues todos sabemos lo mañosa que son las multinacionales y las vainitas que hacen en los países que, por miedo o por gustarles las jaibas, soportan esas cosas. ¿De acuerdito?….  No vamos  a hablarle de Lógica con eso de que la negación de la negación es una afirmación, pero a lo mejor se puede tomar la reglita matemática de que «menos por menos, da más» y trasladarla a la política: un grupo de perdedores unidos pueden hacer un ganador. Cualquier parecido o semejanza con candidatos dominicanos es pura o mera coincidencia…. El aspirante  a la nominación presidencial reformista, Eduardo Estrella, superado por Amable Aristy Castro, declaró ayer que entra en un período de «consulta y reflexión». Algo casi copiado al carbón de lo expresado por el vencido aspirante peledeísta Danilo Medina. Dígame una cosa, querido Magino, ¿consultarán y reflexionarán en una misma casa de oraciones? No, por nada…  Observadores  de Participación Ciudadana, mi querido viejo, se dieron cuenta de que el clientelismo y la llamada compra de conciencia estuvieron presentes en la convención del PRSC. ¡Mamacita, esa gente sí que acaba de ponerle las banderillas al toro!. Tíreme una cosa, viejo Magino, ¿cuándo pendejadas como esas habían pasado en el escenario electoral dominicano? Aquí, desde siempre, las convenciones y elecciones han sido puras y sin composición. ¿O se olvidó usted de cuanto ocurrió en la convención de 1962 en que Buenaventura Sánchez ganó la nominación vicepresidencial y don Juan le rompió la siquitralla? Preciso es decir, sin embargo, que nada de eso fue por clientelismo. ¿Y qué pasó con la convención perredeísta del Dominican Fiesta? ¿Y con la reformista en que Fernando Alvarez se impuso para la vice y a base de puros guardias le doblaron las muñecas para que se fuera?. Y con la imposición de don Amable en la Liga, por el oficialismo peledeísta que desgañitó a Ramón Albuerquerque? Todo eso, viejo verde, sin contar las funditas rojas y las cajas blancas procedentes de Argentina. Amigo del alma, es lamentable, muy lamentable que eso pase. Y las vainas que se ven por todas partes, hacen que uno se recuerde de una linda oracioncita pronunciada por Fidel hace más tiempo que el carajo: «elecciones, ¿para qué?»…. ¿Qué subirán  el precio del agua embotellada? ¿Y qué tiene eso de raro? ¿Acaso no ocurre cada cierto tiempo? Los «productores» alegan cuantiosas pérdidas y como Impuestos Internos está impedido de señalar quiénes ganan y quiénes no, ¡nos jodimos!…. No se por qué,  mi querido Magino, pero tengo el presentimiento de que la vaina esa de la carta de crédito por 30 millones de dólares que el Estado avala para la Sichuan se parece un tanto al negocio aquel que hicimos, hace unos cuantos años, con la Hydro Quebec Sofati. ¿Se olvidó usted de que la Hydro se cobró unos cuartos largos, en dólares, sin poner un solo tornillo en el país, de aquel fideicomiso con el Barclay’s Bank? Sichuan es la llamada a construir unidades productoras de energía, con carbón. La empresa, al parecer, no consiguió financiamiento en el mercado de capitales. El Reservas tendría que soltar la plata en un negocito con la estatal CDEEE. ¡A ver qué pasa!… ¿Qué una empresa  de Vietnam irá a Santiago para instalar una ensambladora de autobuses y de tractores? ¡Eso es formidable! Eso sí, que la pendejada no quede en pura retórica, como las multimillonarias inversiones de los jeques árabes en Bahía de las Aguilas o la ensambladora de aviones que instalaría Ucrania…. ¿Cómo es la cosa  esa de que Semaná es «tierra de nadie» cuando de obtener el comprobante fiscal se trata? ¿Es que para esa gente no hay gobierno? No joda, Magino, apriete la caña o se lo comerán vivo.

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