Coctelera

Coctelera

 Se lo dije  hace mucho tiempo, mi querido Magino. Le avisé que tuviera mucho cuidado con la aspiración a la nominación presidencial por el PRSC, pues allí podría armarse la de Belén y los pastores. Le recordé, viejo vagabundón, que Amable Aristy le hacía un «Bartolo son» a cualquiera. Los berrinches post electorales en el partido del Doctor no son chiquititos…  Las Jode  se quejan de que son «defraudadas» con 400 millones de los hediondos al año por el «robo» de energía. ¿

Y qué? El Coctelero pasó par de semanas en una clínica y su facturación del mes subió con respecto al del anterior. Eso, ¿qué es?…  Que se busque  el ingreso a la Policía de dos mil jóvenes bachilleres y que dominen par de idiomas, es algo que merece el aplauso de la ciudadanía en vez de críticas políticas encubiertas. En esas gestiones, viejo carajete, el secretario de Interior, doctor Franklin Almeyda Rancier, merece palmas, y no de las que siembra Roberto en la ciudad. Es posible que al doctor Almeyda Rancier, en ocasiones, se le fueran las manos en sus censuras a la Policía, pero está muy claro que no ha sido el único jefe de Interior que ha tenido los timbales de poner el frente a una organización que sí amerita trasformaciones profundas, como lo admite también su competente comandante, el general Bernardo Santana Páez. Almeyda Rancier no proyecta crear policía paralela alguna, pero si aspira que el llamado cuerpo del orden cumpla con sus obligaciones y pueda sacar de sus filas la escoria que tanto daño le ha hecho, pues pese a estar en minoría, son tantas las fechorías que esa escoria ha cometido, que la ciudadanía tiene poca fe en las ejecutorias de su Policía. Adelante con los planes de modificar las estructuras policiales y que se pague bien a los agentes que conformen el cuerpo….  Está muy bien,  pero muy bien, eso de que los agentes de AMET persigan a los abusadores que se llevan la luz roja de los semáforos. Está muy bien eso de que sean multados los violadores de las leyes de tránsito. Lo de los semáforos no tiene madre. Nadie los respeta. Pero también hay que reclamar que los semáforos sean puestos en condiciones de rendir un servicio a la colectividad. Que funcionen las luces que poseen. Que sean bien sincronizados. Y que se cojan unos cuantos chelitos de los destinados a comprar árboles para colocar semáforos en esquinas conflictivas. Ahora bien, Maginito querido, lo que nos enreda es la interpretación a la ley que se quiere hacer en AMET dizque para detener por seis horas a quienes irrespeten los semáforos y después obligarlos a escuchar charlas ametianas sobre tránsito. Eso nos parece un exceso de autoridad, pues lo más probable es que ninguna ley autoriza la detención por horas, de conductores. Lo que sí debe exigirse, en cambio, es que los ametianos, en vez de estar chopeando en las esquinas, busquen que se sancione a todos los violadores de los semáforos, a todos, sin excepción. Y eso incluye a los conductores de vehículos oficiales, civiles, militares y policiales. Y que se acabe con la vaina esa de franqueadores deteniendo o desviando el tránsito porque un general viene cerca con su caravana. ¿Estamos?…  Congratulaciones  al Banco de Reservas por una sana medida dirigida a mejorar el acervo cultural de los dominicanos: el patrocinio de la reelección de las obras editadas por la Sociedad Dominicana de Bibliófilos. Que ese sano ejemplo sea imitado…  Aduanas,  mi querido Magino, anunció la incautación de 29 furgones repletos de mercancías procedentes de China, todas con marcas falsificadas, marcas muy famosas por cierto. No hay duda alguna, viejo amigo, de que a Miguel Cocco no le tiembla el pulso a la hora de apretar a los violadores de la ley y mucho menos lo aflojan las críticas de los jodedores. Lo cierto del caso, querido Magino, es que al presidente Leonel Fernández le hace falta tener a su alrededor muchos funcionarios como Cocco…  Magino querido,  hay que respaldar la posición asumida por el doctor Rafael Molina Morillo, director de El Día: nada de quitar el nombre a la calle Danae para ponerle el de «Paseo de los Notarios». El de Danae es una manifestación permanente de gratitud por la disposición del gobierno británico al enviar el buque de ese nombre con ayuda humanitaria, días después que el huracán de San Zenón -3 de septiembre de 1930- virtualmente destruyó la Santo Domingo de entonces. Es una pena que sean profesionales quienes busquen que se desconozca un hecho histórico. Que Danae sea por siempre Danae. Y a propósito, Maginito, ¿será verdad que todavía existen damnificados de San Zenón? No, por nada, pero como aquí hasta los damnificados se «sindicalizan».

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