Coctelera

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Respaldamos la declaración del presidente de la Suprema Corte de Justicia, doctor Jorge Subero Isa, en cuanto a no ocultar los nombres de las personas cuyo arresto es ordenado para ser extraditados hacia los Estados Unidos. Las audiencias de la Cámara Penal de la Suprema son públicas y, por tanto, resultaría imposible ocultar los nombres de las personas a quienes se debe arrestar. Si esas personas se esconden o cualquier otra cosuanita, culpas del tiempo son y no de España. El embajador norteamericano, señor Hans Hertell, entiende que revelar los nombres podría obstaculizar las investigaciones que se realizan. De veras que lo sentimos y no es nuestro deseo obstaculizar indagación alguna. Pero nada de mordaza…

Caro Magino, mucho nos alegra la forma en que se ha desenvuelto la convención del Partido Revolucionario Dominicano (PRD) pese a todos los problemitas presentados y los que se presentarán en el futuro. El PRD es la maquinaria política más poderosa que se recuerda en la historia democrática dominicana —muy breve por cierto— y pese a todas las metidas de pata que suele dar cuando es gobierno, es una agrupación de una pujanza extraordinaria. Ahora falta, viejo verde, que el Partido de la Liberación Dominicana (PLD) y el Partido Reformista Socialcristiano (PRSC) salgan fortalecidos de sus respectivas convenciones y puedan ofrecer al país maquinarias bien aceitadas para que el elector no militante sepa dónde debe depositar su voto. De algo se puede estar seguro, mi querido Magino, sin partidos políticos fuertes, unidos, la democracia jamás se fortalecerá. Eso sí, con partidos políticos como los hemos visto actuar en los últimos tiempos también la democracia se va para el carajo, y es reemplazada por organismos que respaldan la corrupción y los desórdenes a todo dar. Son agrupaciones en las que impera el dame lo mío y que el diablo se lleve a los demás. Queda claro, también, que al fallar los partidos políticos se abren las puertas a los demagogos y a los que aspiran el restablecimiento de la ley y el orden con la macana en las manos aunque quieran vestirse con el ropaje de San Francisco de Asís…

No sé si será con el concurso del Banco Mundial, del Banco Interamericano de Desarrollo o con los bancos de los parques públicos, pero lo que sí sé es que el gobierno le entra a dos manos a la crisis energética o se lo lleva el mismísimo diablo. Aunque no se quiera pecar por exceso de optimismo, es alentador que el presidente de la República hable de enfrentar ese gravísimo mal que por años y años ha dañado todo el país. Importa, asimismo, que el país sepa en qué caballo está montado. Se habla de renegociaciones con generadores y distribuidores, con la forma de pago a la dichosa Unión Fenosa y muchísimas otras pendejadas. Pero al ciudadano hay que hablarle claro. Decirle todo cuanto pasa y ha pasado. Sin cuentos. Sin charlatanerías. Como que de aguantar apagones y facturas por las nubes ya está bueno…

Apunte este cuentecito: hubo una época en que campesinos venían a vender su producción en el Mercado Modelo y sus alrededores. Con el dinero de su trabajo, compraban alimentos y ropas para llevar a sus casas. Un vivo turquito de la Mella conseguía cadenitas de cobre bañadas en dorado. Llamaba a sus víctimas campesinas y las ofertaba, en especiales, a cinco pesos. Pero eso sí, les advertía que las cadenitas tenían «una maldición»; no se podían usar para trabajar pues el sudor las ponías de color verde. ¡Claro, si eran de puro cobre! Recuerdo esa anécdota del turquito en estos días en que se habla tanto de la hipnosis a unos cuantos tipos a quienes les venden barritas doradas como si fueran de oro. ¿No será, al mismo tiempo, que los compradores quedan enganchados cuando quieren correr más que la bola, como dando «gangas» que son puras estafas…

El nuevo secretario general de la OEA, el chileno Insulza, le metió tremendo torpedo al gobierno de los Estados Unidos: el bloqueo económico contra Cuba es un soberano fracaso. Lo cierto es que el gobierno de Fidel Castro ha industrializado muy bien ese bloqueo, como lo industrializó Francisco Franco, en España, cuando sus entonces opositores creyeron que con eso iban a derrocarlo, pasando por alto que los pueblos tienen reacciones muy extrañas cuando desde fuera quieren dirigir las cosas. Desde luego, el torpedo de Insulza, por provenir de la OEA, tiene sus bemoles y por eso los halcones washingtonianos tienen que tener las antena paradas y dirigidas a Miami.

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