Coctelera

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Mi querido vate Magino, jamás podrá uno cansarse de repetir que este es un país muy especial. Una estatua merece quien acuñó esa frase para darla a un anuncio del viejo ron Bermúdez. Ahora tenemos que se prepara una galería de expresidentes de la República, de la cual serían excluidos aquellos jefes de Estados malucos, es decir, los que no fueron electos libremente y los que vulneraron las libertades públicas. La suerte es que la ‘última palabra´ sobre este caso la tendrá el presidente Leonel Fernández y cabe esperar, por tanto, que un intelectual de fuste como es él, no se deje guiar por la demagogia y el oportunismo que siempre rodea a los mandatarios a la hora de tomar decisiones…

Por ejemplo, si se toman en cuenta los factores negativos que concurren en hombres públicos, el primer presidente dominicano no figurará en la galería, pues Pedro Santana no era un bizcochito cabeza de niño. Sus restos, sin embargo, están depositados en el Panteón de la Patria. ¿Omitirá la galería a Buenaventura Báez, en cuya carta de identidad, como ocurrió mucho después con otro político, a la hora de señalar la profesión u ocupación se leía ‘presidente de la República? …

Pero comencemos con los baches grandes? Qué decir a quienes pregunten por un salto en la galería, necesario para omitir la foto del general Ulises Heureaux (Lilís)? Lilís “no cabe” en la galería que se ha recomendado por el hecho de ser un dictador. Cuando se habla de métodos democráticos, de respeto irrestricto a las libertades públicas, ¿dónde podría usted, viejo carajete, a la “guardia de Mon”, de la cual todavía se habla? ¿Y por eso favorecería usted que se eliminara de la dichosa galería a Ramón Cáceres? No joda nadie…

¿Qué dirán quienes contemplen la efigie del general Horacio Vázquez Lajara y la placa en que se señale que gobernó de 1924 a 1930 y luego, desde allí, se salta a 1962, cuando Juan Bosch se convirtió en presidente electo y a su toma de posesión en febrero de 1963? ¿Cómo se explicaría un vacío de más de treinta años en la historia dominicana? Mire, Magino, déjese de pendejadas y no trate de ignorar que Rafael L. Trujillo gobernó con puño de hierro durante ese lapso e instauró una dictadura de no te menees. Pero ese hecho no invalida que fuera el presidente. ¿O es qué no hubo una existencia real del Estado de 1930 a 1961? ¿Se desconocen los actos legales dispuestos por los presidentes gomigrafos Jacinto Peynado, don Pipi Troncoso o Héctor Trujillo? No queremos ser mas bobos de la cuenta…

¿Que se ignorarán los doce años de gobierno de Balaguer, de 1966 a 1978? ¿Es qué estamos locos? ¿Y no es ese el mismo Balaguer que gobernó de 1986 a 1996? Si hubo diferencias entre sus mandatos, se debió a que Balaguer fue un animal político todo el tiempo, sobre todo conyuntural, y no podía pasar por alto el reforzamiento de las libertades públicas instaurado por el PRD de 1978 a 1986. Pero ese mismo Balaguer que se omite de 1966 a 1978 es el mismo hombre consagrado por las Cámaras como ‘padre de la democracia’, el mismo cuyo nombre se dio a un pedazo de la autopista Duarte, pedazo que se despojó del nombre del eximio libertador, y el mismo hombre que llevó al PLD y a Leonel Fernández a la presidencia en 1996…

¿Por qué ignorar al presidente provisional Héctor García Godoy, quien asumió la presidencia en 1965 después de una cruenta guerra civil? ¿Y por qué ignorar a don Fello Bonnelly, que dirigió las primeras elecciones libres en más de cuarenta años, en 1962, y entregó el poder a Bosch, el escogido por las masas? ¿A caso no fue Bonnelly un hombre respetuoso de los compromisos que contrajo? Constitucional fue el gobierno encabezado por el coronel Francisco Caamaño Deñó, en 1965, electo por las Cámaras Legislativas dispuestas en 1963. Presidente fue el general Antonio Imbert Barrera, pues mantuvo el control del país, salvo de la zona constitucionalista de Santo Domingo, durante la contienda fratricida de 1965…

Mire, Maginito, está muy bien que se ponderen y destaquen los méritos de los civilistas que han pasado por la primera magistratura del Estado. Pero de allí a ignorar a quienes no han seguido ese camino, hay una gran diferencia. La historia no puede escribirse con exclusiones caprichosas. Finalmente, viejito vagabundón, ahora mismo hay muchísimos departamentos oficiales que disponen de galerías en la cuales figuran las fotos de las personas que las han dirigido. ¿Cómo compaginaría usted que aparecieran todos los secretarios, digamos de Interior o de Finanzas, de 1930 a 1978, y los jefes de los gobiernos sean omitidos en la galería principal. Magino, dejemos de hacer el hazmerreir. No le tengamos miedo a los fantasmas.

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