Coctelera

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Tras los protocolares saludos de rigor, mi querido Magino, tengo para decirle que hay veces que resulta altamente satisfactorio ser un tapita y no entender nada, antes que sufrir de culebrilla por tratar de entender lo que mucha gente dice que comprende a la perfección. Por ejemplo, viejo charlatán, es agradable ignorar lo que es el jodido DR-CAFTA. Si la memoria no falla, ese convenio fue negociado por la administración del presidente Hipólito Mejía, quien resignó el poder en manos del doctor Leonel Fernández hace ya más de dos añitos. Cuando se llegó a lo que se consideró un acuerdo con los tiburones de Washington, el gobierno de Mejía lo celebró con bombos y platillos, y doña Sonia Guzmán de Hernández, quien presidió el grupo negociador, lloró de la emoción…  Pero ahora, mi querido Maginito, dos años y pico después de esa fiesta, leemos una información en la cual se da cuenta de que el Congreso dominicano está listo para recibir una serie de proyectos modificando leyes criollitas, algo dizque imprescindible para que se ponga en ejecución el DR-CAFTA. Cuando uno observa eso, no le queda más remedio que preguntarse: ¿Qué carajo de terminado tenía el acuerdo anunciado en la administración Mejía? ¿No sería oportuno preguntarle a doña Sonia qué pasa con ese asuntito? Que los gringos van a querer sacar las uñas en este tratado es algo que no debe causar sorpresa. Cuando dos negocian, el más pendejo queda enganchado y no es criticable que usted quiera sacar sus ventajitas de las conversaciones. Pero, Maginito querido, abra bien los ojos y no se deje joder con eso de los medicamentos y la información no divulgada. La industria farmacéutica dominicana, poderosa ya, debe ser defendida y preservada a cualquier precio. Ya lo sabe…  Caro Magino, que contento estoy con la resolución del Senado haciendo un reconocimiento a nuestra Josefina Miniño, por sus largos años dedicada al culto del folklor. Josefina, eso lo recuerdo perfectamente, muy niñita, causó sensación como bailarina en la vieja La Voz Dominicana, cuando esa empresa tenía 500 dominicanos bajo contrato y presentaba 18 horas diarias de programas vivos, Josefina fue becada y enviada al extranjero. Retornó y se convirtió en tremenda profesora, dirigiendo cuadros de bailes. Desde hace tiempo es la directora del ballet folklórico. Y si usted se hace el tonto, le aclaramos que Josefina es la esposa de Papa Molina, el estelar director de San José y madre de José Antonio Molina, joven director clásico, quien tiene en su haber la conducción nada menos que de “los tres tenores”…  El funcionario de jodenorte al cual le facturan RD$101.70 mensuales por consumo de energía, bien merece la orden del Almirante, a ver si coge fuego. Y cuando trata de justificar esa facturación por el hecho de tener dos bombillitos y una neverita, merece que le hagan una oficina en el Faro, para que los acontecimientos se precipiten. El Gobierno de la Mañana sacó a colación algo muy interesante con esta vainita, pues RD$101.70 no se pagan ni por una vela romana. ¡Y después salen los oficialistas pidiendo a la ciudadanía que pague el abusivo consumo que se le presenta y que no se roben la luz! Buenos carajetes…  Dice doña Ligia Amada que se presentará un plan que revolucionará la educación dominicana, poniéndola al día y sacándola del atraso en que se encuentra. Bueno, Maginito, esa sí que es una excelente noticia y cabe suponer que se destinará buena cantidad de dinero para la sufrida educación quisqueyana…  Decía Geomar en la tarde de ayer, que recordaba el caso de un amigo que, en la UASD, tenía 17 años “realizando estudios de antropología. Mamacita! ¡Qué bien defendidos están los dineros que pagan los infelices contribuyentes hasta por cualquier quítame esta paja…  El que se queja es por que le viene en ganas: el negocio que en Las Américas vende el dólar por debajo de la tasa oficial, lo hace por los “servicios” que ofrece. Pero, Maginito, ¿podrían conocerse el nombre o los nombres de los propietarios de Eurodivisas Dominicanas, S. A. (Globo Cambio) ¿No, por nada…  ¿En que está la novela esa de que el país gestionaría el concurso de Argentina para la instalación de una planta de energía atómica en el país? ¿No sería mucho mejor aprovechar las vinculaciones con el gobierno Porteño y negociar el Faro, donando los restos que están allí a Sevilla, y dedicando luego la obra al inmenso Carlos Gardel? Es más, se podría explotar hasta un hablador criollo para que diga que Gardel nació en el país? ¿Acaso los uruguayos no lo ponen en Tacuarembó? Bye.

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