Coctelera

Coctelera

Maginito, nada de diálogo hoy. Entre los apagones y la basura en Bella Basura cualquiera sale loco. Lo lindo de todo esto es la prontitud en el envío del aviso de pago de recogida» de desperdicios. Pero se olvidan de que hay tres recolecciones en un mes. Suponemos que será la mamá de los tomates la que pagará la facturación del carajo que le he mencionado. Mientras tanto, conformese con una cartita de suma actualidad…

«Leí una clitica a lo que coblan los colegios plivados pelo no cleí todo lo que se decía. Como el chinito tiene dos calajitos en edad escolal, me puse de compalón y tlaté de metel los muchachos en un centlo bilingüe. Me dijelon que el año escolal costaba que se yo cuantos centenales de miles de pesos, pelo eso no fue todo. También me dijelon que tenía que pagal pol las fotocopias del matelial de cómputos, siete mil pesos pala la enfelmelía y tles mil pol depósito pala uso de liblos, que me devolvelían al final del año si los liblos los encontlaban buenos. Pala telminal, me dielon la dilección de una tienda escogida pol ellos pala que complala allí la tela pala los unifolmes de los calajitos. Mile, señol, pala pagal todo eso necesitalía una maipiolelía de las glandotas y en mi pequeño lesolt de Boca Chica solo tengo dos o tles neglas nalgudas pala defendelme. Pol eso y como se tlataba de colegio bilingüe, le saqué la lengua dos veces la dilectol y lo mandé al diablo, solo deseando que el impuesto soble la lenta lo visitala y lo moldiela…

Me fui a buscal otlo colegio, de esos que pueden usal los de la clase media y el chinito salió loco. De liblos tenía que gastal ocho mil pesos por mis dos calajitos, más unos cuatlo mil pesos más pala papel de pluebas, delecho a exámenes y ejelcicios físicos. La mensualidad londaba pol los cincos mil pesos. El colegio, tambien bilingüe, vendía los liblos y tambien los unifolmes y los zapatos. No se podían complal en otlos lugales y los mocasines no calificaban si elan malones. Como el chinito tiene sangle oliental, aguantó hasta que explotó y no saqué dos veces la lengua esta vez sino que le dí una pela de lengua a la dilectola pol abusadola. Me fuí con mis dos calajitos pala Boca Chica y no me queladá más lemedio que insclibil a esos muchachos en  una escuela pública de allá aunque me los ñamicen pol completo. De todas folmas, el mas glandes de los dos, Fumanchú, tiene vocación de chulimpín, pelo quielo que aplenda inglés pol si tiene que tlatal con extlanjelos, incluyendo a los cundangos blitánicos, canadienses, glingos e italianos que se dan sus vueltecitas por mi lesolt buscando calne de caballo. el más chiquito de los calajitos, Chumén, no estalá mucho tiempo en las aulas, pues ese muchacho tiene una glan disposición pala los juegos de azal. Ya nadie le adivina en el juego de «las tres tapitas» y si es con la balaja pala jugal 21, ahí es que es un diablito haciendo sus tlampitas…

«El chinito se siente muy pleocupado, sin embalgo, pol la suelte de la educación en el país, ya que la globalización acabalá de jodel todo esto, pues desde hace años hay gente que no quiele que el Estado tenga escuelas sino que todo se plivatice pala lompel las costillas a los más infelices. El plesidente Leonel quiele que las escuelas públicas tengan computadolas pelo la falta de enelgía no es chiquita y no ayuda pala eso, además de que si la plima sube las computadolas –que han bajado en los últimos días– también subilán. En las escuelas públicas se ayuda a los pobles legalando liblos que implime el Estado, pelo es una lástima que no pueda implimil esos liblos pala todo el mundo, pala vel, entonces, que halán los plivatizadoles con los suyos, que ahola dan tan buen negociazo en combinación con explotadoles. Mientlas tanto, el chinito educalá a sus calajitos como pueda, hasta que apalezca una folma de metel en cintula a tantos cablones. Te quiele mucho, Choufán Fuyín».

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