Coctelera

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Magino querido,  deseo que nuestro dialoguito de hoy trate de un asuntito sin importancia, pero que es un fiel reflejo de cuanto pasa en la adorada República Dominicana de hoy.

Los cultos y sacrificados regidores por San Cristóbal, considerando el alto costo de la vida, aprobaron, por unanimidad, una resolución por virtud de la cual se elevan los ingresos mensuales…¡de ellos mismos! ¡Es una especie de autojusticia edilicia! Pero se da el caso, viejo Magino, de que aparece un síndico llamado José Montás que se atreve a calificar de ilegal la justa resolución que autoriza el aumento en los ingresos de los regidores. Ese señor Montás, –a lo mejor por ser familia de Temo y por su propia formación– parece vivir en los días en que ser regidor constituía un honor para el munícipe escogido, que no recibía salario alguno por servir a la comunidad. Ese señor Montás, permítame que lo diga para evitar malas interpretaciones, fue electo síndico por amplia mayoría en los últimos comicios parciales celebrados en el país… Debo decirle,  viejo charlatán, que el Imperio está contentísimo con esta nueva demostración de solidaridad que recibe el Sistema al conocer la resolución de los regidores de San Cristóbal. La Sala Capitular de la Ciudad Benemérita está formada por dieciséis regidores. De ellos, ocho pertenecen al oficialista Partido de la Liberación Dominicana, cuatro al Partido Reformista Social Cristiano (PRSC) y cuatro al Partido Revolucionario Dominicano (PRD). Como usted verá, viejo sangandongo, se logró un verdadero consenso para que los regidores salieran un tanto de pena con un modesto aumento de sus ingresos mensuales. Hicieron bien nuestros queridos regidores sancristobalenses. No se puede ser más pendejo de la cuenta, sobre todo cuando existe un pendejo mayor que todo lo soporta en aras de servir a una democracia representativa a la cual le conviene revisarse antes de que le canten el out 27… Total,  ¡que tanto escándalo por un aumentito de poropopó. El regidor percibía RD$104,915 al mes y ahora deberá recibir RD$154,215. ¡Una chilata indecente! Los ediles sureños tendrán 96,000 cocos de salario, RD$8,000 de regalía, 13,440 para el pago de seguridad social, 8,300 para combustibles, 4,165 para un bono y RD$25,000 de «compensación», una compensación que a lo mejor solo la conoce la mamá de los tomates. ¿Usted quiere ver que el síndico Montás grita porque a lo mejor tiene un «nacío ciego»? Cada regidor percibirá RD$1,858,860 al año y como son dieciséis camajanes los que han descubierto la botijuela, el Cabildo de San Cristóbal pagará la ridícula suma de RD$29,741.60 para esa vainita… Los regidores  de San Cristóbal son más vivos que el carajo. Y se encargaron de buscar los recursos para cubrir sus emolumentos. Se afirma que le recortaron las asignaciones a los bomberos. Bomberos, ¿Para qué? En caso de incendios pues que vengan los bomberos de Santo Domingo Oeste, que está al doblar de la esquina. Me dicen que le dieron sus «cortecitos» a la biblioteca y a la dirección de cultura. ¡Bien hecho! ¿Para qué se necesitan esas pendejadas? Han reducido el presupuesto para la Policía Municipal. Eso es muy correcto. Quieren Policía Municipal para reprimir. Los regidores de San Cristóbal no toleran eso. ¿Qué es eso de gastar dinero en el medio ambiente? ¡Eso es para tomar de guanajos a los contribuyentes y por eso es mejor dirigir esos recursos a los regidores. Total, estos son tan contemplacionistas como los ecologistas… El síndico  José Montás a lo mejor corre el riesgo de que lo expulsen del PLD. En este país se pueden ver cositas que no se captan con un telescopio. Por cierto hace un par de meses se publicó una historia en la cual no se descartaba la posibilidad de que en Marte hubiera agua. Eso motivó que varios dueños de camiones preguntaran dónde había que inscribirse para firmar el contrato que garantizara el agua marciana… Pero no me  desvíe del tema, por favor. ¿O es que usted cree, acaso, que reaparecerá el Perínclito Varón de San Cristóbal para financiar cualquier situación deficitaria que se presente. Eso lo hará, claro está, con recursos de su «peculio personal». No se puede ser ingrato. Por eso, se debe reconocer el esfuerzo de los regidores para no aumentar el salario de los obreros, que anda por la astronómica suma de 3,500 pesos cada treinta días. Con ese dinero, los obreros pueden financiar el pago de una modesta vivienda, aunque algunos la prefieren de lujo; pueden cubrir la tarifa de agua, energía eléctrica, teléfono y telecable; puede destinar una módica sumita para pagar el colegio a dos macacos. Y sobra plata para ir a un club nocturno cada sábado. ¿Ve usted por cuáles motivos es improcedente aumentar el salario a los obreros? El exceso de circulante es tan dañino como la escasez del mismo. Y como los regidores ya tienen yipetones, no joda la pista Magino, que más tarde o más temprano recibirán los chichones.

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