Usted me disculpará, mi querido Magino, que dedique tiempo en nuestro dialoguito de hoy al señor Otto Reich, antiguo jerarca del Departamento de Estado para Asuntos Latinoamericanos y quien se refiere a la columna Coctelera en una entrevista, fechada en Santo Domingo, que concedió al editor internacional del Listín Diario, señor Adolfo Valenzuela. El señor Reich, no diré que maliciosamente, para evitar el uso de sus términos, da a entender que la Coctelera del pasado 30 de abril saca declaraciones suyas de contexto para “crear problemas” así como también “para tergiversar mis palabras con malas intenciones”…

En primer lugar, mi querido Magino, debo señalarle al señor Reich que la Coctelera del 30 se refiere a unas declaraciones que se le atribuyen, transmitidas el día anterior por la agencia EFE, de España, y que HOY publicó en su primera página. EFE asegura que Reich habló en Miami en la quinta reunión de la Fundación Atlas, donde calificó como de izquierda el gobierno dominicano del presidente Leonel Fernández. No dice, como señala Reich en su entrevista con Valenzuela, que ese calificativo se extrajo de un artículo suyo en el cual criticaba a los presidentes de Cuba y Venezuela…

Esta columna, Maginito del alma querida, en momento alguno habla de que existen problemas en las relaciones entre Estados Unidos y República Dominicana, ni cosa que se le parezca. Eso sí, en base a las declaraciones que EFE atribuye a Reich, se comentan distintos puntos vinculados con los gobiernos de Venezuela y Cuba y el surgimiento de regímenes de izquierda en el continente. Pero de una manera muy clara, en relación a la única mención que se hace de la República Dominicana, la Coctelera expresa: “Lo lindo del caso es que este turpén tiene los timbales de citar  entre los emergentes gobiernos de izquierda al de la República Dominicana, es decir, al del presidente Leonel Fernández. Mire, Magino, si el gobierno peledeísta es de izquierda, ¡Santo Dios!, Chopin, sin saberlo, es el creador de la bachata”… 

Cuanto sucede, mi querido Magino, es que al día siguiente de publicarse la glosa contentiva de los pronunciamientos de Reich, distribuidos por EFE, el canciller dominicano, Carlos Morales Troncoso, produjo una declaración en la cual consideró “desatinadas y desfasadas” las expresiones del antiguo funcionario norteamericano. ¿Qué culpa puede tener la Coctelera de eso? ¿O es que el señor Reich cree que un hombre de experiencia como Morales Troncoso va a fundamentar sus juicios solo en lo que dice esta columna? El señor Reich subestima tanto al régimen quisqueyano, que declara en la entrevista que concede a Valenzuela, que le da “lástima” que el gobierno de la República Dominicana “reaccione no al artículo mío… aparentemente no lo habían leído, sino a la columna de una persona que yo creo que trató de tergiversar mis palabras con malas intenciones”…

En la entrevista nunca se pone en contexto que tanto la columna citada por su nombre por Reich como el pronunciamiento de Morales Troncoso se basan en un despacho de EFE en que se atribuye al antiguo funcionario gringo haber hablado en “conferencia de prensa” en la Fundación Atlas. Se indica, en cambio, que Reich criticó que se sacaran de contexto sus expresiones, contenidas en un artículo que escribió en inglés titulado “Latin America’s Terrible Two”. El Coctelero reitera que la columna del 30 se basó en el despacho de EFE. Ignora por completo el artículo que menciona Reich y, felizmente en este caso, ni domina el inglés ni mucho menos se sentiría en capacidad, por tanto, para traducir los juicios de Reich…

Lo que sí recuerdo bien es que, escribió el Coctelero, el mismo día en que EFE transmitía los pronunciamientos de Reich, el Partido Demócrata le entraba a dos manos a la política exterior del presidente George Bush. Y, por coincidencia, en la misma fecha en que Reich es entrevistado por el Listín, el embajador de los Estados Unidos en República Dominicana, el siempre cordial Hans Hertell, publica un artículo en defensa del Tratado de Libre Comercio entre su país, Dominicana y Centroamérica, artículo que, como es lógico suponer, refleja la opinión del gobierno estadounidense, pero lo hace en forma sencilla y amigable. Y para colmo de los colmos, en esa misma fecha, el secretario de Comercio de los Estados Unidos, Carlos Gutiérrez, en un pronunciamiento que rememora los mejores tiempos del senador McCarthy, tilda de “comunistas” a cuantos se oponen al TLC con Dominicana y Centroamérica, como si ese calificativo, en esta época, atemorizara a persona alguna.