Muy buenas tenga usted, mi querido don Magino. Para comenzar, buen samaritano, he de recordarle que amplias zonas sureñas de Estados Unidos han sido fuertemente golpeadas por el feroz huracán Katrina. Ya el gobierno del presidente Bush ha declarado varias “zonas de desastre”. Mire, viejito, no importa lo que digan los que siempre dicen, pero es innegable que cuando los fenómenos de la naturaleza nos ha golpeado de manera inclemente, los norteamericanos también han venido en nuestro auxilio. Por eso, ahora nos corresponde mostrar que conocemos el camino de la doble vía. Pero como este es un país sumamente pobre y lleno de problemas, solo podemos ofrecer nuestras buenas intenciones y facilitar ayudas más bien simbólicas, pero que reflejan nuestra solidaridad. Por ejemplo, podemos donar agua potable embotellada, que da muy buenos beneficios por aquí, pues es carita y con precios que suben a cada ratito. Tenemos que mostrar nuestra generosidad en estos momentos difíciles para muchas familias estadounidenses a las cuales Katrina golpeó sin piedad… “Los bonos, soberanos o no, fuñen a cualquiera”. Farmacia Mella…

La Fidel Ferrer es una de las escuelas más conocidas de la capital. Impresionante la gráfica en la cual se muestra a niños, en un aula de dicha escuela, sentados en el piso para recibir clases, por falta de pupitres. Por cierto, don Magino, me dijeron ayer que la pasada semana el gobierno entregó dos millones de dólares a los dirigentes-propietarios del hospital modelo que se construye en Santiago, de un total de 25 millones prometidos…

Maginito querido, en el suplemento económico de HOY del pasado domingo se publica un artículo, “El tranque eléctrico”, escrito por el brillante economista Ramón Pérez Minaya, un artículo que debería ser de texto para la política energética gubernamental. Pérez Minaya señala que en el país existe la capacidad requerida de generación de energía, pero que las Jode no pueden recuperar la inversión que hacen en la compra a las generadoras. Con gran tino señala que la adquisición de las dos plantas a carbón que ofrece Wesmont —que generarían 600 megavatios— podrían suponer, en operación, una baja en el precio de la generación, pero que eso no significa que las Jode reduzcan sus pérdidas y aumenten sus cobros… “Afortunadamente”, escribe entonces Pérez Minaya, “el presidente de la República anunció que había descartado el proyecto de las dos nuevas plantas a carbón, demostrando, una vez más que él es la mejor cabeza del equipo de gobierno”. En clara alusión a las gestiones para instalar las plantas de Wesmont, el capacitado economista escribe: “¿Cómo puede explicarse esa extraña iniciativa? Lo único que se puede decir, es que es muchísimo más fácil negociar ‘grado a grado’, a espaldas de las leyes y las normas vigentes, la instalación de una planta eléctrica, que resolver el intrincado problema de la distribución eléctrica”. Ojalá, Maginito, Pérez Minaya se decidiera a seguir la publicación de artículos contentivos de su autorizada voz…

De todos modos, viejito sinvergüenza, en círculos vinculados al gobierno se habla de que hay funcionarios que siguen esperanzados en que el gobierno cierre el negocito con Wesmont, aun cuando ahora no tengan que buscar 140 millones de dólares para adelantarlo a la empresa envuelta en escándalos en Tanzania, escándalos al cual solo se ha referido el propio jefe del Estado cuando anunció que no autorizará la instalación de las unidades, y escándalos que, al parecer, no han interesado a ninguno de los jureles del poder. Para terminar con “cuestiones energéticas”, mi querido Magino, ¿será cierto que hay algún interés oficial en que el gobierno recompre a Jode Este? Mire, viejo verde, no hemos salido, todavía, de los liazos con la recompra de Jode Norte y Jode Sur y ya queremos meternos en camisas no de once varas, sino de centenares de millones de dólares…

A los grandes desarrollados parece no preocuparles el alza constante en los precios del petróleo. Por el contrario, algunos anuncian fuertes inversiones en refinerías y cosas parecidas. Si eso es así eso prueba que el petróleo no bajará y que los chiquitos nos refastidiamos de lo lindo, sobre todo por seguir de irresponsables con un consumo que no soportamos.