Coctelera

Coctelera

La foto de primera página que publicó El Nacional ayer tarde es el reflejo fiel del país: la verja del Conservatorio Nacional de Música es desmantelada, “por desconocidos”, a plena luz del día. Y tiempo es, ya, de que se califique como ladrones a quienes compran las verjas robadas para sus fundiciones…  Por cierto, Maginito, el PRD pesca en río revuelto con lo del parcho fiscal.

El perredeísmo le ha cogido un cariño al turismo y a la agropecuaria, que eso manda madre. ¡Cuánto ha evolucionado desde los días en que le entró a dos manos a la finca Aguayo! No, por nada… Si Tonty Rutinel renuncia la senaduría, se quedará sin pito ni flauta. Farmacia Mella….  ¿Ha sido El Chato una víctima de una de las ‘siete hermanas’? Mire, Maginito, esto no es una pendejadita. Usted sabe, de sobra, que no soy partidario de la eliminación de la Shell, así por así, en el asuntito ese de su sociedad con el Estado para el manejo de la Refinería Dominicana de Petróleo, más bien una licuadora que una refinería. Usted sabe que no favorezco que todo el andamiaje petrolero dominicano se coloque en manos de un gobierno extranjero, en este caso el de Venezuela, y eso pasaría si Petrocaribe se convierte en ley, batuta y constitución…  Pero tampoco he estado de acuerdo con el poder de Shell en la Refinería, pues contando con una participación idéntica a la del Estado, se designa un consejo de administración en el cual si bien el Estado nombra al presidente, cualquiera pensaría que ese presidente es un simple maestro de ceremonias. Y eso ha ocurrido en todos los gobiernos desde que opera la Refinería…  Era un secreto a voces que entre el presidente del consejo, señor Arístides Fernández Zucco y Shell existían dificultades. Anteayer,  Maginito, cuando la ciudad era un avispero por “el olor a gas” que dominaba el ambiente, los rumores se esparcieron por todos lados y hasta intervención militar y todo se necesitó. Ayer, viejo cuentista, El Chato, que había negado que el origen del problema se encontrara en la Refinería, tuvo que entonar un mea culpa y se retractó de sus negativas del día anterior, aceptando la responsabilidad de la Refinería en el asuntito…  El locuaz funcionario, quien desempeñó altas posiciones en la administración Balaguer y fue también diputado dijo que había sido mal informado, engañado, por los informes que le dio Shell y por eso negó la cuestión. Dijo que fue engañado intencionalmente y esa no es una pendejadita. Pero ocurre que, en horas de la tarde, el presidente Leonel Fernández separó a El Chato de sus funciones y eso representa, en cierta forma, una pata para Shell. Mire, Maginito, El Chato será todo lo impulsivo que usted quiera apuntar, pero el Coctelero cree que en realidad fue mal informado, pues mal informado fueron también, otros funcionarios, hasta el punto de que se recurrió, como dice el pueblo, “a la guardia”. Ojalá que este lío pueda resolverse satisfactoriamente, pues tiempo es ya de que un consejo de administración en la Refinería sea un verdadero consejo de administración, es decir, que disponga del poder para administrar y no que todo quede en manos de un solo socio que si bien cuenta con amplísima experiencia, no es un manicito tostado o una simple pastillita de clorato…  ¿Que seis millones quedaron sin electricidad en Miami? Sí, pero ellos resuelven sus problemas energéticos en unos cuantos días…  ¿Sabes quién viene a cenar? No se trata de la película protagonizada por Sidney Poitier. En este caso no hubo cena, sino almuerzo y el invitado de honor fue nada menos que el presidente del Buró Federal de Investigaciones de los Estados Unidos, el célebre FBI. El señor Robert Mueller vino, vio y comió. ¿Que dirá el amigo Vincho Castillo de cuanto pudo expresar don Mueller en presencia del presidente Leonel Fernández? Por cierto, tremenda distinción que hizo el mandatario a su apreciado asesor al invitarlo al almuerzo de “capacidad restringida”.

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