Coctelera

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Maginito querido, mucho se ha hablado en relación con los cambios introducidos por el presidente Leonel Fernández en las Fuerzas Armadas. Sin duda alguna que el mandatario da un paso de avance cuando realiza los cambios —no importa sus beneficiarios— ciñéndose al estatuto orgánico militar, que establece un período de dos años tanto para el secretario castrense como para los jefes de Estado Mayor. No hay duda alguna que es mucho cuanto se ha avanzado en las relaciones entre el Poder Ejecutivo y los militares, desde aquellos días de 1978, cuando altos oficiales maniobraron para dotar al país de una ley orgánica militar hecha a la medida de los comandantes balagueristas que buscaban cierta “segureña” cuando el poder se entregara, contra su gusto, a un vencedor Partido Revolucionario Dominicano (PRD). Pero el presidente Antonio Guzmán, un hombre valiente y astuto tomó el toro por los cuernos y desde que asumió el mando, el 16 de agosto de 1978, desguabinó a quienes se consideraban caciques de uniforme. Y se puede asegurar, sin temor a equivocaciones, que ahí comenzó una transfiguración del estamento militar, pese a los tropiezos que se han dado, no por culpa exclusiva de los militares, sino más bien de los políticos que quieren capitalizar su apoyo…  Ahora mismo, Maginito, y desde hace unos cuantos añitos, no se corre el temor de que los militares se constituyan en un peligro para el funcionamiento del poder civil. Por el contrario, estamos seguros que las Fuerzas Armadas constituyen un sólido respaldo a ese poder, pese a la politización que en un pasado reciente sufrieron sus principales comandantes. De todos modos, sabido es que el espíritu aventurero se ha ido al carajo, felizmente, y ya no se le tiene miedo al cuco con el cual se asustaba a la incipiente democracia dominicana desde los días que siguieron al derrocamiento de la constitucionalidad en 1963 y los hechos trágicos que siguieron a ese hecho…  Mire, Maginito, creo que las Fuerzas Armadas dominicanas, en el campo profesional, avanzan a pasos agigantados y hoy se cuenta con una oficialidad capacitada, que discute abiertamente todas las ideas y las corrientes de pensamiento político. Desde luego, no todo es perfecto y hay fallas que se buscan corregir. Creo, sin embargo, que en cuanto a los cambios en la cúpula hay puntos que se deben estudiar. Por ejemplo, viejo charlatán, entiendo que es a los propios militares que beneficiarían ciertas disposiciones relativas al retiro. Digamos que se establezca que el oficial que desempeñe la jefatura de la Secretaría de Estado de las Fuerzas Armadas, cuando sea relevado después de sus dos años en ese cargo, sólo podrá permanecer en la institución si es designado jefe de una misión diplomática en el extranjero o de lo contrario el retiro será automático. Después que se llega al máximo puesto en la cúpula no es entendible que se pase a ser subalterno de algún oficial promovido en la institución…  Lo mismo podría decirse de los jefes de Estado Mayor. Estos oficiales, al ser relevados tras dos años de servicios en el cargo, sólo podrán permanecer activos si son designados subsecretarios de Estado militares o enviados al servicio exterior. No se puede ver como lógico que un jefe de Estado Mayor el lunes, sea subalterno de un oficial promovido el martes. Debe estudiarse, asimismo, la situación en que quedarían el secretario y los jefes de Estado Mayor en caso de ser relevados antes de cumplir los dos años en el cargo, pues la potestad de la designación es una facultad presidencial. La ley podría fijar un mecanismo por virtud del cual, tomando en consideración el tiempo en la institución y la edad, el retiro sea automático. No recuerdo ahora mismo los detalles de un caso ocurrido en Argentina, con un general presidente en la época de los gorilas, general que fue retirado automáticamente del Ejército al cumplir el tiempo y la edad estipulados por la ley sudamericana. Pese a eso, siguió como jefe del gobierno de facto que entonces oprimía a los argentinos…  Las gasolinas bajaron diez y RD$8.30 el galón y RD$3.10 el gasoíl. Suponemos que los choferes protestarán por la baja, pues eso los medio desarman en su jodedera de aumentos…  Otra cosuanita, viejito verde, ¡bien asesorado que está el viajero de Dajabón con la cruz a cuesta! Nada menos que se le ve con el padre Rogelio, con Ignacio Acosta, el ex de Sitracode y con Ramón Pérez Figuereo, tremenda bocina de choferes. Suponemos que asesoran al hombre en sus análisis.

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