Coctelera

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Monseñor  Juan Antonio Flores Santana, de 81 años, ha sido honrado en la comunidad de El Pino, que otorgó su nombre a un liceo de educación. He sentido siempre un profundo respeto y admiración por monseñor Flores Santana, un religioso que cubre su mansedumbre con un valor  espartano, cuando de defender a los necesitados se trata, especialmente si son campesinos. Recuerdo los duros días en que monseñor Flores Santana luchó a brazo partido en defensa de los labriegos cuando la Rosario Dominicana “descuidaba” las aguas que se mezclaban con el mercurio empleado en la minera. No olvido su campaña a favor del medio ambiente cuando sostenía que la minera Falconbridge Dominicana contaminaba la zona en que operaba. Hombre de hablar pausado, de modales suaves, cualquiera diría que obtiene su fortaleza del tributo que, permanentemente, rinde al Culto Mariano. Monseñor Flores Santana, con 55 años de ejercicio sacerdotal, es un dominicano que no solo honra a la Iglesia Católica sino que también honra a su país. ¡Dios nos cuide al ilustre prelado!

Ya el jefe del Estado  depositó un proyecto de reformas a la Constitución de la República, que deberá se conocido por la Asamblea Nacional en su función de Asamblea Revisora aunque hay partidos que reclaman las modificaciones a la Carta por virtud de una Constituyente. Creo que el Partido Revolucionario Dominicano (PRD) asume una posición correcta cuando informa que estará presente en las discusiones de las reformas. El dirigente perredeísta Carlos Gabriel García estaba muy en lo cierto cuando calificaba de “infantilismo” de consecuencias incalculables que el bloque de legisladores del PRD dejara de participar en las modificaciones a la Carta propuesta por el presidente. La defensa de la Constituyente como mecanismo idóneo para las reformas, considera García, no puede convertir en excusa del PRD para permitir a los legisladores oficialistas que hagan los cambios sin la presencia de la oposición. Eso se llama tener los pies sobre la tierra.

Arturo Porzecansta,  profesor de Finanzas Internacionales de la American University, de Washington, recomienda una política de austeridad en América Latina por la crisis económica de los Estados Unidos. El economista considera que los problemas de los últimos días indican “un cataclismo financiero” que va a tener consecuencias inevitables para América Latina. Dígame una cosa, don Magino, los gritos de Porzecansta en nuestro querido país ¿se oyen o no se oyen?

Maginito,  ¿cuántos cuentos nuevos traerá Euclides desde La Habana? A esperar. Eso sí, que no diga que habló con Fidel, pues entonces vamos a exigirle pruebas documentales de esa reunión.

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